Qué tranza la banda, soy el Pollo Rock y el día de hoy ahondaré en un tema vivido por su servidor, quien experimentó el tormento de pasar de un bando a otro y, vamos, no hablo de cambio de sexo sino de la satisfactoria sensación de pasar de ser un típico vaquero rockanrolero, de esos como  la rola del buen Charlie Montana lo señala bien bandota, bien rocanrolero con matota y botas piporras, pero no negando la cruz y siendo la pura milpa real, todo eso sucedió hace algunos ayeres, mis poderosos, cuando me tocó probar suerte en los Iunaites y tuve que correr entre árboles y zonas desoladas, siempre acompañado de mi walkman escuchando clásicos rockeros, al peligroso ritmo de la pasada estilo mojarra, y ante todo este merequetengue llegué y busqué jale, como siempre traté de colarme en alguna estación de rock, pero no tuve la fortuna deseada así que sólo me pude colocar en una estación de tipo regional mexicana, una situación que revolcó mis instintos rockeros y así, de esa forma, comencé un andar de locura con botas y sombrero.

De esta manera me tocó levantarme todos los días para ir a conducir un mañanero, donde al ritmo de “Un indio quiere llorar” hasta deleitar mi oído con la frenética voz de la buchona number wan, Jenny Rivera, dándole al alarido nunca dejé de escuchar las gloriosas de Elvis, Ramones o Kiss para reconfortar ese momento de locura indescriptible, aunque siendo sincero jamás  pensé que descubriría algo en mi inimaginable y lo hice cuando me vi deslumbrante con una gala de botas altamente confeccionadas de víbora, pero no cualquier bota, nooo de esas con la cabeza en la punta, pantalón de piel adherido, cual pegado con resistol, una playera de los Rolling Stones, mi sombrero de 10 mil equis y echando brincos al mero ritmo de la china y llorando, acá entre nos siendo el más infiel a los grandes, a mi Mercury, a Mick Jagger y a tantos de mis ídolos, pero que al calor del dancin club gabacho se me olvidaron como novia de secundaria, de esta forma tan suculenta me adentré a los Tucanes, Tigres, y de más broncos aderezados con el estilo temerario de este género tan popular,  tan odiado y tan adorado por la banda, un ritmo sin iguales como ángeles azules en el cielo dando una bendición de notas musicales que daban el regocijo a toda la bandera que se avecindo en el norte.

Así fue como la vida me dio la oportunidad de conocer un género más en el andar musical, en donde me di cuenta que todo es una burbuja donde las notas musicales nos dan vida, fuerza y géneros para poder disfrutar de la vida, soy Pollo Rock .

@pollorockmusica

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