En días recientes, el embajador de Estados Unidos de América (EUA) en México, Ken Salazar, visitó Querétaro, en donde se reunió con el gobernador Mauricio Kuri. Hubo apuntes muy interesantes que se manejaron durante la charla sostenida entre ambos funcionarios y que permitirían entrever el futuro de la entidad, si los manejos son los apropiados. ¿Cuál es el impacto de esta reunión?

La visita de Salazar significa la tercera de un embajador a Querétaro en el último mes y medio. Antes del diplomático estadounidense, el gobernador había recibido a la embajadora de Finlandia y al embajador de Egipto. Lo anterior no es coincidencia, sino todo lo contrario. Representa un claro interés estratégico que los diplomáticos ven en esta entidad federativa por varias razones.

Una de ellas tiene que ver con los niveles de seguridad con los que cuenta la entidad, mismos que fueron reconocidos y aplaudidos por Salazar. Es importante mencionar que, si bien Querétaro cuenta con una serie de mejores condiciones de seguridad que otros estados, incluso que las de sus vecinos, no es que nos encontremos en un escenario pulcro y libre de inseguridad. Hay mucho que se puede mejorar tanto en las áreas conurbadas de la entidad, como en los municipios más alejados de la capital y las zonas fronterizas.

No obstante, los niveles de seguridad de Querétaro son suficientes para dotar de estabilidad al estado y que exista una mayor armonía, tanto en la sociedad como en el sector privado, por lo que la entidad resulta muy atractiva para la inversión extranjera, ya que tiene más probabilidades de que el rendimiento sea mucho mayor. Esta situación ciertamente se alimenta del hecho de que, de la región, es de los estados con mayor desarrollo y crecimiento en múltiples cuestiones, de tal suerte que los beneficios se potencializan.

La colaboración entre la embajada de EUA y Querétaro ha aumentado en los últimos años y se encuentra en expansión. Es un fenómeno de alta importancia para el estado, puesto que ello significa no sólo una mayor promoción de éste en Norteamérica, sino que podría detonar un incremento en el interés para invertir en la entidad. Podría significar una relación ganar-ganar y ello tendría mejoras para el grueso de la población.

Por otra parte, y esta es una situación de suma importancia, la mayor y más frecuente interacción entre las embajadas en México con Querétaro evidencia un interés por colaborar con tal entidad federativa. Se puede cooperar por razones negativas y positivas, pero en este caso, afortunadamente para la población, las cuestiones apuntan al segundo tipo, por lo que en general se podría decir que el estado va por un rumbo más bueno que malo.

Pero de la misma manera, la interacción que tienen con Querétaro los diplomáticos de otros países establecidos en México puede impulsar la imagen y conocimiento de la entidad en el escenario internacional. La proyección fuera del país es un reto interesante, pero también una posibilidad muy atractiva que permitiría, entre otras cuestiones, la posibilidad de generar relaciones de paradiplomacia. Si se llega a ese entorno, los beneficios económicos, sociales y culturales, inicialmente, serían enormes para el estado y particularmente para su población. No cabe duda que esa debe ser una meta primordial del gobierno en turno.

Escritor, historiador e internacionalista
niels.rosas@gmail.com
Twitter: @NielsRosasV

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