“Salimos con la dignidad intacta” expresó el Secretario de Relaciones Exteriores en el evento convocado por el presidente: “Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en Favor de la Amistad con el Pueblo de los Estados Unidos”. Si algo debemos reconocerle a la 4T es su capacidad de regresarle la dignidad a nuestro país, —o al menos eso es lo que ellos dicen—.
No perdamos de vista el contexto que dio origen al evento del sábado pasado en Baja California, Trump está a unos días de anunciar su intención de participar en la contienda electoral que le permitiría reelegirse como presidente de los EU, las amenazas de imponer medidas arancelarias desmedidas a nuestro país son claramente un mensaje a su electorado. En el caso mexicano es más o menos lo mismo pero incomprensible; “acto de unidad en defensa de la dignidad de México…” aquí hay dos puntos que cuesta trabajo entender, el primero es el llamado a la unidad que hace el presidente, resulta irónico que un personaje que se ha dedicado por años a dividir a los mexicanos hoy se atreva a hacer un “llamado a la unidad” sobre todo cuando las etiquetas peyorativas sobreexplotadas a todo lo que no esté de acuerdo con él, se han convertido ya en marca permanente (fifí, mafia del poder, hampa, etc). Segundo, cuando se habla de dignidad ¿A cuál se refiere? porque hasta hace unos meses esta parecía inexistente. Queda claro que en tiempos de la 4T suceden cosas inexplicables, este vez se les olvidó determinar en qué momento nuestro país recuperó la dignidad.
Tampoco podemos dejar a un lado el impacto económico negativo que el “acuerdo” trae consigo, y seamos sinceros, no se puede hablar de un acuerdo, mucho menos de una negociación, las negociaciones se dan entre iguales y desafortunadamente nuestro país no puede colocarse a la par del poderío económico y comercial de EU. Lo sucedido pudo ser un show prefabricado, un teatro mediático donde nuestro país no tenía un panorama claro de las implicaciones del acuerdo, tanto, que nos comprometimos a darles salud, empleo y educación a las personas migrantes, así, sin estar presupuestado o al menos no en el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, aunque al día siguiente el coordinador del grupo mayoritario en la Cámara de Diputados haya dicho que están dispuestos a hacer una reasiganacion del PEF en caso de que el Ejecutivo lo solicite.
En el evento realizado en Tijuana BC el pasado 8 de Junio, Porfirio Muñoz Ledo en un discurso solemne, lleno de referencias históricas, habló acerca del Derecho Humano a la migración y también del derecho a no migrar “(…) que significa la creación de condiciones en su país de origen para que lo ciudadanos no tengan que trasladarse a otras regiones” y aquí sería importante que el gobierno en turno haga suyas las palabras pronunciadas por el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
Ante lo sucedido no podemos decir que salimos victoriosos, es inconcebible que se esté contemplando un paquete de apoyos para las personas migrantes en un país donde las condiciones no lo permiten; una economía tambaleante y una crisis incontrolable de salud pública. El sábado pasado no hubo nada que festejar, perdimos ante un problema de responsabilidad compartida pero que ahora, sólo México absorberá, los responsables no midieron con acierto las consecuencias de su “negociación”. En una mesa donde tenía que prevalecer el “México First” nos ganó —otra vez— el “America First”.
Diputada federal del PRI
