Nos encontramos a 17 días de llegar al plazo fatídico que se ha establecido por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) para las organizaciones promoventes de la revocación de mandato. De ahí que, resulte importante mencionar algunos datos que dan cuenta del estado actual de ese proceso; primero, según el último corte con fecha del 7 de diciembre a la media noche, los simpatizantes del presidente de la república solo llevan captado el 30% del total de firmas que necesitan para, a su vez, llegar al 3% de la lista nominal que exige la legislación en la materia para la realización del ejercicio de participación.

Segundo aspecto, al faltar 70% de las firmas necesarias para dar inicio a la validación que requiere el ejercicio, y con el periodo de días mencionado, del momento de la redacción de estas líneas al 25 de diciembre, los promoventes necesitarían captar algo así como 114 mil 661 firmas diariamente para conseguir los 2 millones 758 mil 227 voluntades mínimas, requisito sine qua non. No puede pasar inadvertido que, por cada día que no se alcance la meta, el trabajo para los morenistas se incrementará invariablemente.

Tercer aspecto, de las 32 entidades federativas, de las cuales 17 están en poder del partido guinda, en solo dos se ha superado la meta fijada, a saber: Ciudad de México cuya maquinaria de movilización lleva 173.4% porcentaje que representa 395 mil 057 firmas, y, el estado de Tabasco, tierra del Presidente y del secretario de gobernación, en donde se ha recolectado el 187.7% de las firmas requeridas, cantidad que asciende a 97 mil 752 manifestaciones de apoyo.

Es importante recordar que, para que el ejercicio sea procedente, no basta con alcanzar el número de firmas en términos absolutos, sino que éste, debe estar cubierto y debidamente distribuido en al menos 17 entidades del país, y como se desprende de los datos, aún les restan 15 estados. Resulta paradójico que un movimiento hecho gobierno a nivel nacional y en la mitad del país no logre un porcentaje tan mínimo, tomando en cuenta que el presidente de la república tiene altos niveles de aprobación y en el pasado la movilización había sido su expertise.

Lo que podemos inferir son dos supuestos: primero, la estructura de morena encargada de recolectar las firmas llegado el día dará una sorpresa a la autoridad electoral, haciendo arribo con cientos de kilos en papel impreso, situación que podría alargar el ya de por sí postergado proceso, pues ese cúmulo de información deberá ser validado. Segundo caso, puede que los morenistas se aproximen al número, pero de plano no lo consigan, al tiempo.

Twitter: carlosfcps / FB: Carlos Velázquez

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