Una información que señalaba que el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador compraría el club Cruz Azul, campeón vigente de la liga mexicana de futbol, hecho a todas luces improbable, toda vez que el equipo pertenece a la cooperativa del mismo nombre, provocó que el jefe del Ejecutivo tomara la decisión de usar su conferencia de prensa matutina para exhibir las llamadas fake news relativas a su gobierno.

El enfrentamiento entre el presidente y diversos medios de comunicación no es nuevo e incluso es parte de la narrativa del presidente al agrupar a algunos medios dentro de lo que él ha llamado ‘la Mafia del Poder’, por eso la creación de sus conferencias mañaneras; lo novedoso es que dedique un espacio en ellas a desmentir las mal llamadas noticias falsas o noticias falsas, las cuales, hay que recordar, no son un fenómeno nuevo.

En español ya hay varias palabras para definir ese fenómeno: bulos, paparruchadas o el mexicanismo de borregos, acuñado durante la Revolución para denominar a la información falsa que se difundía para confundir a los adversarios.

Es indiscutible que el presidente tiene derecho a desmentir la información falsa y también tiene todo el derecho de declarar en sus ruedas de prensa matutinas; sin embargo, una sección ex profeso para ello me parece excesivo (me parece que ni Trump lo hizo) toda vez que la propia ley de imprenta ya le da el derecho de réplica para cada caso de información que considere falsa y que se debe publicar en el mismo espacio donde se difundió originalmente.

Ojo, tampoco esto implica que la acción del presidente sea un acto de censura, pero se olvida de un principio elemental del periodismo liberal del siglo XIX, a quien tanto admira el presidente: el periodismo se combate con periodismo. Si debe haber un enfrentamiento tiene que ser entre los medios que defiendan un modelo de país, como sucedió en el siglo XIX, eso es sano desde el punto de vista democrático, eso es preferible a que desde un púlpito laico se pontifique contra medios que no simpatizan con su proyecto.

La democracia es ruido y discusión; también es cierto que muchos a río revuelto aprovechan para sacar de contexto declaraciones, pero la mejor forma de enfrentarlos es demostrar sus falacias y manipulaciones es que se abra el debate público.

En años recientes, para evidenciar los bulos que circulan en medios de comunicación han surgido varias iniciativas de fact checking o verificación de datos en México y el mundo que a través de una metodología concreta y con espíritu independiente desmontan las noticias falsas que circulan tanto en medios como en redes sociales.

Aquí en Querétaro ya tenemos un proyecto que se realizó en Tribuna de Querétaro que durante la campaña electoral verificó el discurso de los candidatos y que ahorita está en proceso de análisis para seguir adelante por mucho tiempo. Esa es la mejor forma de combatir la infodemia y se necesita el apoyo de los lectores.

Periodista y sociólogo. @viloja

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