Morena presentó una iniciativa para que sea el gobierno federal quien maneje los ahorros para el retiro de los trabajadores: peligroso, pues podrían ser expropiados. Explico brevemente: Las afores son instituciones que invierten los recursos ahorrados por los trabajadores con el propósito de que, cuando éstos se retiren, puedan recibir más de lo que habían guardado en un principio: son una inversión.

Las afores resguardan e invierten el dinero de sus clientes y compiten entre ellas para tener más trabajadores afiliados, dar más rendimiento y cobrar la menor comisión posible.

El dinero de las afores se traduce en 3.5 billones de pesos, cifra que representa el 18% del total del dinero del sistema financiero. A esos recursos les tendríamos que sumar los otros que Morena está buscando entregarle al titular del Ejecutivo, aquellos destinados al prespuesto federal. Así es, Morena pretende hacer que el Presidente pueda disponer de los recursos del presupuesto federal sin limitaciones de los diputados.

Mucho dinero, mucha tentación y, sin duda, demasiado poder en los hombros de un solo hombre. ¿Para qué querrá tanto dinero el Presidente? ¿No le basta con lo que se está “ahorrando”? Parece ser que el país se está quedando sin recursos y que, por ello, el titular del Ejecutivo está buscando por dondequiera con tal de asegurar la contrucción de sus obras farónicas.

Si la peligrosa búsqueda de recursos no parece ser suficiente evidencia de que el Presidente pretende continuar con sus caprichos —y necedades—, tomemos sus decisiones recientes como una exposición de su obsesión: No ha quitado un solo peso de ellas para destinarlo a enfrentar nuestra preocupación actual: El Covid-19.  Incluso BBVA México ya mencionó que la actual administración debería de contemplar la cancelación de sus megaproyectos.

El Mandatario Federal no parece entender que, para reactivar la economía, el gobierno debe de ser el principal impulsor del ejercicio del gasto público, prueba de ello es su orden de dejar de gastar el 75% del prespuesto. Aunado a esto, ya se han perdido casi 350 mil empleos, cuando prometió que para finales de año se crearán 2 millones: En materia económica no hay avances,  sólo retrocesos.

Además de los trabajadores y empresarios, el presidente también abandonó al personal de salud, pues ya comenzaron a protestar por a falta de insumos para enfrentar la crisis sanitaria. Me permito escribir  textualmente un testimonio de un médico:

Teníamos tapabocas, pero eran de muy mala calidad. ¡Las costuras estaban unidas con una grapa! Entonces lo jalabas y se rompía y, en algunos casos, la grapa te rasgaba la piel dejando una herida, que es una vía de entrada al virus.”

Quizás el gobierno nos haya abandonado, pero no estamos solos: nos tenemos los unos a los otros. Juntos saldremos de esta crisis. La fuerza de México está en su gente: Unidos detenemos al virus.

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