Hoy hablemos de esperanza, hablemos de fortalezas, pero sobre todo, hablemos de necesidades que con buena voluntad pueden ser encausadas. Sí, señoras y señores, hablemos de crecimiento estatal y de crecimiento en los sectores que debemos fortalecer.

Hablemos de niños indígenas. Por las calles los vemos pidiendo un centavo para comprarse un trozo de comida pero desconocemos las necesidades por las que estos niños pasan en todo el estado. Esta es una de las principales problemáticas en las que se encuentran.

Veamos los datos del Inegi del último censo: en nuestra entidad federativa tenemos un total de 47 mil 206 indígenas, lo que corresponde al 3.2% de la población estatal, del cual 6 mil 705 personas se encuentran sin estudios de ningún nivel escolar, 7 mil 187 cuentan únicamente con primaria terminada y 7 mil 55 con secundaria terminada.

Los indígenas se encuentran en los municipios de Tolimán, Cadereyta, Ezequiel Montes, Colón y Peñamiller, así como en el municipio de Querétaro, debido al desplazamiento poblacional.

Los niveles educativos permiten que éstos puedan mejorar su forma de vida, ya que los sectores productivos establecidos requieren de estándares educativos que brinden fortaleza para la supervivencia del sector poblacional, así como sus costumbres. De igual manera, permite la disminución de la pobreza, ya que, si le damos un vistazo a los municipios con mayor índice de pobreza, nos encontraremos con los mismos municipios que ya mencionamos. Usted podría hacer referencia a que en realidad el 3.2% es poco significativo; pero si el análisis de las variables lo basamos en dichas demarcaciones, los porcentajes se elevan debido a la concentración indígena.

Aquí observo dos aspectos importantes a determinar en dichas demarcaciones: por un lado, el diseño de políticas públicas adecuadas para este sector poblacional en los municipios mencionados, ya que el desplazamiento poblacional ocasiona dicha necesidad; por el otro lado la problemática infantil, ya que en los datos encontramos cifras importantes en los menores de edad que debido al trabajo están dejando los estudios, o simplemente no están estudiando porque son utilizados como apoyo para el trabajo de los padres. Para este artículo tomaré a manera de ejemplo a los indígenas menores de 15 años, que son los que la ley determina que no cuentan con permiso para trabajar, no así el caso de sus padres. Claro, ante sus necesidades, esta ley resulta insatisfactoria.

Estamos hablando de niños menores de 15 años. La cifra que se nos muestra es de 10 mil 41 niños indígenas en la entidad. De igual manera, la lógica anteriormente descrita, en lo referente al crecimiento poblacional en las regiones mencionadas, continúa bajo estos porcentajes.

Si hablamos de crecimiento y de ganas de realizar bien las cosas por parte de nuestros gobernantes, entendemos que este sector poblacional no se puede dejar de lado. El crecimiento debe realizarse desde las bases de lo social, sobre todo cuando sabemos que la mayoría de estos niños no contarán con los estudios necesarios para incorporarse dentro del sector productivo. Además de ello, a manera de observación, gran parte de estos niños tienen que desplazarse a las zonas metropolitanas como Querétaro, San Juan del Río, Corregidora y El Marqués, donde viven en condiciones precarias y en las calles.

Exhorto a la activación de políticas sociales que activen al sector indígena, para que pueda ser incorporado a la economía y logre generar un crecimiento económico propio, así como estatal.

Agradezco además las consideraciones para con su servidora. Ustedes me conocen, me gusta hablar, escribir y hacer peticiones con datos en las manos. Aquí los tienen.

Estimado lector, búscame en las redes sociales por mi nombre completo y realiza comentarios en mis artículos. Que tengas un excelente fin de semana.

Especialista en temas electorales

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