¿Qué tienen en común un tuit para quejarse que no funciona una “batidora”, ideas fuera de la realidad sobre el Instituto Nacional Electoral (INE), un artículo sobre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; una investigación periodística de la revista “Contralínea” y un tuit de la expropiación petrolera que logró Lázaro Cárdenas en 1938?

Tienen en común dos cosas: muestran la desesperación de la comentocracia y un sector de los “opinólogos”, además de que todas ocurrieron entre el 14 y 19 de marzo.

El periodista Miguel Badillo y “Contralínea” publicaron el reportaje titulado “la ‘partida secreta’ que se robó Salinas de Gortari”, y que recibió la empresa “Nexos-Sociedad, Ciencia y Literatura, SA de CV”, propiedad de Héctor Aguilar Camín, escritor que ha criticado supuesta falta de “libertad de expresión”.

El texto publicado también especifica que el escritor, según “crítico del poder”, le pide a “Don Carlos” más dinero en una carta.

Dos: el domingo 14 de marzo Carlos Elizondo Mayer-Serra, exconsejero de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la época de Emilio Lozoya Austin (PRI), publicó el siguiente tuit: “Hoy nos quedamos sin batidora. A batir las claras a mano. Me acordé de AMLO y su deseo de usar machetes en lugar de maquinaria agrícola (…)”.

En búsqueda de una narrativa para culpar al Presidente de la República de cualquier falla, o relacionarlo a como dé lugar con situaciones desafortunadas, el articulista de opinión en medios impresos cae en el ridículo y muestra, en el fondo, desesperación.

Tercero. A través de un comentario editorial en radio por internet, el locutor Pedro Ferriz de Con expresó su preocupación, una vez más, por las acciones, decisiones y proyectos de López Obrador. En su explicación dijo que el Presidente “tiene controlado al Instituto Nacional Electoral (INE)” y que no se puede confiar en él para las elecciones este año 2021, aunque los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama se han opuesto a López Obrador.

Para muestra el reciente anuncio del INE que busca impedir la “sobrerrepresentación” en el Congreso. Destinatario: Morena. Así, Ferriz de Con vuelve a opinar en el aire, sin asidero en la realidad, pero con estridencia.

Sumemos un artículo de opinión publicado en The New York Times por parte del historiador Enrique Krauze, escrito en el que “entre líneas” solicita ayuda o intervención al presidente Joe Biden, por lo que ocurre en México.

Toda acción comunicativa tiene una intención, han dicho pensadores, teóricos y filósofos como Jürgen Habermas. Más, si recordamos lo realizado y publicado por el señor Krauze en 2006 y 2018, años electorales a nivel federal como este 2021. Con la crítica no se busca demeritar su producción literaria ni su trayectoria, tampoco quitarle los múltiples espacios mediáticos donde ejerce su libertad de expresión, sino denunciar el trasfondo del texto o que simule no desear engañar a los lectores.

El jueves 18, en el marco del aniversario de la expropiación petrolera que consiguió el Presidente Lázaro Cárdenas, la comentarista Yuriria Sierra (Imagen TV) tuiteó contra la Secretaria de Energía, Rocío Nahle: la nacionalización del recurso, dijo, fue “a petición de EU, para evitar que le vendiéramos a los nazis”… “Ay nomás —sic— (…)”.

Moraleja: nunca es tarde para aprender sobre procesos históricos. El caso fue otro ejemplo que muestra desesperación en la comentocracia, a cuatro meses de la votación.

Ninguna narrativa les embona… digo, les sale. Tienen tarea por delante para ser un contrapeso real ante las contradicciones, fallas y equivocaciones de la “4T”.

Pero necesitan oxígeno, innovación y creatividad. Si no, a mediados de 2022 seguirán lamentándose y tuiteando cuando se descomponga una batidora.

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