Uno de los grandes temas que ha estado en la discusión pública en las últimas semanas, ha sido el que tiene que ver con la aprobación del Presupuesto de Egresos 2022, en especial, lo que respecta a la reducción de casi 5 mil millones de pesos para el Instituto Nacional Electoral (INE).

En este tenor, tal parece que los diputados federales de la coalición gobernante no fueron para nada convencidos por el actual Presidente del Consejo General, Lorenzo Córdova Vianello, quien con rigor técnico y habilidad política tuvo a bien justificar la necesaria asignación para desarrollar las tareas sustantivas del Instituto, quien deberá organizar procesos electorales en 6 entidades federativas, una revocación de mandato y posiblemente hasta una consulta popular.

Tal parece que, el grupo mayoritario en el congreso de la unión no valora lo suficiente la función electoral, pues en el mejor de los sentidos podríamos pensar que la reducción se debe a una ignorancia de las labores que se deben realizar en aras del correcto desarrollo de todos y cada uno de los procesos electorales, me explico.

Una de las principales funciones que tiene a su cargo el órgano electoral, es la de capacitación, y esto en la realidad se traduce en la cristalización de una figura llamada capacitador, quien tiene bajo su responsabilidad la obligación de visitar a las y los ciudadanos que resulten insaculados para formar parte de las mesas directivas de casilla el día de la elección, revocación o consulta, lo que Usted guste y mande; para eso se ocupa gran parte del presupuesto solicitado.

La ciudadanía no es una situación que se dé de manera espontánea u orgánica, implica todo un proceso de planeación financiera, trabajo de gabinete y campo, sensibilización a los ciudadanos, así como la utilización de muchísimos materiales impresos y digitales. Todo bajo un estricto escrutinio de los representantes de los partidos políticos, la Auditoría Superior de la Federación, y, por su puesto, de la sociedad.

A lo largo de estos 30 años ha sido mucho lo conseguido en transición y consolidación democrática, parte de esta conquista obedece a contar con instituciones fuertes y un árbitro con capacidad de cumplir sus obligaciones constitucionales. Es plausible la austeridad, sin embargo, una interpretación errada, nos puede conducir al austericidio, y poner en riesgo la correcta celebración de los procesos electivos, por una simple y llana razón: querer destruir el juego por no estar de acuerdo con los jugadores. Quien diga que se tiene secuestrada a la democracia a cambio de un rescate de 5 mil millones de pesos simplemente miente y no entiende el juego democrático.

Twitter: carlosfcps FB: Carlos Velázquez

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