Esta semana el Presidente del Gobierno de México, Andrés Manuel volvió a reiterar su postura sobre la revocación de mandato. Sin embargo, vemos que ahora sería en el 2022 y no en las elecciones intermedias del 2021 como se había venido impulsando por el mismo Presidente y el grupo parlamentario de Morena en la cámara de diputados.

La revocación de mandato debe ser un instrumento ciudadano, revocar es quitar, no mantener y justamente es ahí donde se debe poner atención. Ya que podríamos abrir a antesala a una reelección, si no se estructura de manera correcta la pregunta en este ejercicio, no es lo mismo “desea que el Presidente continúe” a “desea que el Presidente sea Revocado”. Son dos preguntas totalmente diferentes y de un trasfondo muy importante e histórico. Durante su postura decía que no compartía que un Presidente que tuviera una aceptación del 20 por ciento se mantuviera y estamos de acuerdo con eso. Pero también gobernar implica decidir y este gobierno no toma decisiones, solo se encapricha y se cierra a su forma de pensar. Claro ejemplo de decidir, fue la reforma energética de Presidente Peña Nieto, que ahora vimos que la gasolina bajó durante esta pandemia y fue gracias a una decisión que en su momento fue criticada y rechazada, pero bien dijo EPN “Yo no veré los resultados de esta reforma, pero abrir el precio de la gasolina a mercados internacionales, será fundamental para la economía de las familias mexicanas” a lo que voy es que en ocasiones la aceptación puede variar por decidir en lo que se ven resultados, pero a la larga la aceptación puede seguir cambiando.

La revocación tiene que ser por hechos, no palabras; como diría San Agustín. Y ahí sí creo que hoy el Gobierno de México correría con la opción de vivir la primera revocación de mandato en la historia del país.

Ahora bien, retomando lo ya mencionado sobre que ya no serán en 2021, podremos estar viendo que ya no ven un panorama donde el efecto “AMLO” influya en el voto como pudo ser en el 2018 derivado de ser una opción, pero hoy que son gobierno, pareciera que su panorama cambió y ven un alto riesgo de salir perjudicados en lugar de ser beneficiados. Estaremos viendo una oposición social que se refleje en las boletas del 2021 y eso ya no es del agrado de quienes hoy tienen el privilegio y responsabilidad de gobernar. Ojo a lo que viene y la fuerza e importancia que nos daría esta herramienta política-social.