A las once de la mañana, el presidente municipal de Valle de Chalco, Estado de México, Francisco Tenorio Contreras, terminaba una jornada de limpieza en una unidad habitacional de Tlalpizahuac.

Según las declaraciones de su secretario particular, cuando estaba a punto de retirarse se le acercaron dos jóvenes, quienes le pidieron que posara para una foto. El alcalde de Morena aceptó: se retrató con los muchachos, extremadamente jóvenes, quienes se cubrían la cabeza con gorras y llevaban ropas sueltas sobre la cintura.

No había nada extraño hasta entonces.

Tenorio Contreras recibió peticiones de vecinos y posó sonriente en otras fotos. Lo extraño comenzó a partir de entonces. Los dos jóvenes se retiraron, caminando, sobre la avenida Bahía de Todos los Santos.

Tenorio abordó su camioneta. Lo acompañaban su chofer, conocido como Charly, así como Carlos Alberto, su secretario particular. Según informó horas después el fiscal del Estado de México, Alejandro Gómez, la camioneta halló sobre la calle a uno de los jóvenes, “que le hizo señas pidiéndole un aventón”.

El alcalde le pidió al chofer que se detuviera. El muchacho ocupó un asiento en la parte trasera del vehículo. Según el fiscal Gómez, la camioneta avanzó durante unos minutos, el joven preguntó si podían dejarlo en una calle aledaña y le dijeron que no. Entonces sacó de sus ropas un arma de fuego, disparó en contra del secretario (quien fue herido en la mandíbula) y luego le asestó un tiro al alcalde en el cráneo (una versión indica que también le disparó al chofer).

De acuerdo con la versión dada a conocer por el fiscal, la camioneta se impactó contra el camellón, y el agresor aprovechó para descender y huir.

En esos instantes comenzó a circular un audio en el que alguien demandaba con la voz entrecortada por la impresión: “Un favor, favor de revisar las cámaras en la Sabritas… Geovillas… le han pegado un tiro al presidente al parecer…”.

Circularon también las imágenes de un Sentra de color oscuro, que presumiblemente se desplazaba detrás de la camioneta del alcalde –y en el que el agresor habría huido.

Personal adscrito a la estación Chalco se presentó en el lugar de los acontecimientos. Los agentes escribieron en su informe: “No logrando obtener mayores datos, se decidió trasladarse al domicilio de la madre del presidente municipal, lugar en donde nos entrevistamos con la referida y vecinos del lugar, quienes mencionaron que una noche antes habían estado rondando ese domicilio dos vehículos tipo sedán, uno de color negro y uno de color blanco, y que entre las personas que se encontraban a bordo identificaron a un individuo con el apodo del Titino, quien se dedica al narcomenudeo en la zona de Geovillas”.

Los agentes acudieron al domicilio del sospechoso, identificado como Erick Christian “N”. Ahí corroboraron que “esta persona ya se había dado a la fuga en un vehículo marca Ford, tipo sedán, submarca Focus de color negro”. Lo acompañaban dos personas del sexo masculino.

En el Estado de México, el caso ha sido tratado con total hermetismo. Fuentes allegadas a la investigación revelan, sin embargo, que las declaraciones de los principales testigos presentan “serias inconsistencias”.

Apenas el pasado 27 de octubre, un sujeto identificado como El Escorpión, presunto líder del Cártel de Tláhuac, fue aprehendido precisamente en Tlalpizahuac. El Escorpión se trasladaba en una Hummer oscura, sin placas de circulación, y lo acompañaban tres expolicías, uno de la Policía Federal, y dos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Los detenidos fueron conducidos a instalaciones de la fiscalía del estado situadas en Ayotla. La captura se manejó también con hermetismo, pero el edificio quedó completamente blindado por agentes armados hasta los dientes, por si acaso el Cártel de Tláhuac intentaba rescatar al narcotraficante.

En febrero pasado, tras la detención de un miembro de la misma organización, apodado El Mayín, el alcalde Tenorio Contreras denunció que estaba siendo víctima de amenazas. Reveló también que el cártel había amenazado con matar frente a su familia a su director de policía.

La fiscalía del estado le ofreció escoltas. Tenorio las rechazó. Hoy, la versión de que un joven le disparó porque no quiso llevarlo a una calle aledaña resulta inverosímil.

El Valle de Chalco cerró 2018 con una crisis de violencia extrema. A lo largo de este año, el municipio, uno de los centros de operación más fuertes del Cártel de Tláhuac, y en el que hay presencia tanto del Cártel Jalisco como de la Familia Michoacana, ha sido sacudido por la vía de homicidios y ejecuciones, por una guerra que tiene como fin el control de las calles.

@hdemauleon
demauleon@hotmail.com

Google News