El Consejo de Salubridad General, órgano colegiado que representa la máxima autoridad sanitaria del país, dependiente del Poder Ejecutivo federal, en su sesión del pasado 30 de marzo acordó declarar la emergencia sanitaria en México y decretó las siguientes medidas para que el Covid-19, generada por el virus SARS-CoV2 convertido en pandemia, no se propague sin control en el territorio nacional, estableciendo que:

1. Debe aplicarse la suspensión inmediata del 30 de marzo al 30 de abril para actividades no esenciales en los sectores público, privado y social.

2. Quedan prohibidas las reuniones de más de 50 personas, así como continuar con el lavado de manos, saludo a distancia y cubrirse cuando se estornuda o tose.

3. Debemos cumplir en la medida de lo posible con el resguardo domiciliario.

4. El resguardo domiciliario debe aplicarse de manera estricta a mayores de 60 años y con enfermedades crónico-degenerativas, así como embarazo, con independencia si su actividad es o no esencial.

5. Deberán postergarse hasta nuevo aviso, todos los censos y encuestas que involucren la movilización de personas.

6. Al terminar la suspensión de actividades no esenciales y el resguardo domiciliario, las secretarías de Salud, Economía y del Trabajo, programarán el regreso escalonado y regionalizado de labores económicas y sociales.

Finalmente, todas las medidas anteriores deberán aplicarse con apego estricto a los derechos humanos.

La presencia del coronavirus es ya una realidad en nuestro territorio nacional, por ello la necesidad del gobierno de declarar un estado de emergencia, en donde el papel que jugamos es preponderante; sin pánico, pero con total responsabilidad, entre más nos quedemos resguardados en casa la posibilidad de contraer o de contaminar a demás ciudadanos se reduce al máximo y por tanto, no saturaremos nuestro sistema de salud, que es una de las principales variables a considerar.

Tarde o temprano nos vamos a contagiar, seamos conscientes de ello, no obstante, para el 80 u 85% de las personas el asunto no pasará de síntomas leves similares a las de un resfriado común, es más, actualmente para la mayoría de los infectados el tratamiento es ambulatorio. El asunto es que debemos retrasar lo más que se pueda este contagio para que nuestras instituciones de salud se den abasto y logremos acceder a vacunas eventualmente, como ya tenemos para la influenza que en su momento también nos preocupó.

Si otros países, como China, Italia o España pudieran haber valorado la necesidad de este tiempo de prevención, quizás el impacto de la contingencia hubiera sido menor, quédate en casa ya, este virus lo detenemos entre todos, ahora es el momento, no antes, no mañana, hoy.

Existen sitios oficiales e informes que genera la autoridad, especialmente federal, para tu consulta permanente que te orientarán y serenarán tu preocupación con información fidedigna y oportuna. Estemos atentos de ellos, un servidor, nunca te dejaré solo ni a tu familia, en unidad venceremos a la pandemia.

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