El futbol mueve masas, corazones y emociones. Más de siete mil mexicanos volamos a Dubai con la ilusión de que Chivas trascendiera en el Mundial de Clubes. No fue así.

A finales de abril, Chivas logró la hazaña de ser campeón de Concachampions, derrotando drámaticamente al Toronto. A partir de ese momento, miles de mexicanos que radican en el país y en Estados Unidos se plantearon viajar a los Emiratos Arabes y vivir junto a su equipo una experiencia única.

El panorama no era alentador, Chivas venía de un  mal semestre en la Liga MX y no se reforzó para el Mundialito, sus tres recientes refuerzos serán para 2019 (Dieter Villalpando, Alexis Vega e Hiram Mier). Aún así, fieles a nuestras costumbres, los mexicanos nos ilusionamos, veíamos a Chivas  en semifinales ante el Real Madrid y hasta en la final contra River Plate. Algo así como las ciegas ilusiones que tuvimos en Rusia 2018.

Emiratos Árabes es una ciudad nueva, la cultura del Oriente Medio no es tan apasionada al futbol como los sudamericanos o europeos. No se veía en las calles ninguna señal del Mundial de Clubes, platicando con los lugareños, muchos ni sabían que eran sede del torneo. La afición mexicana era la de mayor cantidad y ambiente futbolero, éramos la sensación de la ciudad.

El formato del actual torneo trata de un certamen corto en el cual puedes ser campeón jugando tres partidos. Chivas se enfrentaba al campeón de Asia, Kashima Antlers, equipo japonés sin grandes nombres, ni reflectores. Todo apuntaba a que sería un partido de trámite, y lo fue, pero hasta el primer tiempo. Para el segundo, el equipo rojiblanco recibió un gol de vestidor y poco a poco conforme avanzaban los minutos y caían los goles de los nipones, las esperanzas e ilusiones se disipaban. Era fuerte ver como las energías, esfuerzos y esperanzas que los chivahermanos habían acumulado durante nueve meses, se esfumaron en noventa minutos.

Quedó claro que Chivas necesita reforzarse y que el futbol de la CONCACAF se ha visto una vez más superado, que en el futbol actual ya no te alcanza con garra y afición, sino que la estrategia y calidad son argumentos vitales dentro del terreno de juego. El Rebaño hoy por hoy no entra ni en los mejores ocho equipos de México futbolísticamente hablando y perdieron en el Mundial de Clubes la gran oportunidad de rescatar su año futbolístico.

Ahora disputarán el partido por el quinto lugar, ese compromiso que nadie quería jugar y que representa, una vez mas, un fracaso para el futbol mexicano

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