Considerando que la Bella Airosa, siempre ha sido una plaza complicada, además del buen arranque que han tenido los Tuzos, el punto logrado por Gallos a base de riñones, sorprendió a propios y extraños porque estaban marcados como víctimas seguras.
Aunado a lo anterior, el debut en el banquillo gallo del argentino Hernán Cristante con dos días de trabajo a medias con sus muchachos para conocerlos un poco mejor, por lo menos, respaldaban los pronósticos en contra, pero gracias a la actitud guerrera que mostró el conjunto en la segunda mitad, el punto fue oro molido.
Pachuca, que se vio abajo en el marcador muy temprano con gol del Tin Angulo, tuvo una reacción inmediata, y en el mismo primer tiempo logró dar la voltereta teniendo en un puño a los visitantes, que mostraban nerviosismo e inseguridad en la cancha, incluso se escaparon de otro par en contra.
Y en la segunda mitad, Gallos comenzó tambaleante, pero sacando fuerzas de flaqueza quién sabe de dónde, comenzó a dominar a los tuzos que ya no sabían qué hacer, se salvaron de varias, pero Sepúlveda, quien había fallado una solito en la primera parte, ahora se lució y de taquito a centro de Barrera escribió el 2-2.
El partido se equilibró con 51% de posesión de balón de los locales por 49% de los emplumados. Pero aquí el meollo del asunto es que Cristante, con cara de gente de emociones controladas, aplicó lo que en su presentación dijo:
“Hay qué devolverle la identidad al equipo, que sea protagónico en la cancha, que aleje sus miedos a equivocarse, que no se cohiba ante el rival”, y créanme que así fue, porque casi tuvo en la lona al Pachuca.
Es pronto para calificar el trabajo del estratega argentino, pero comenzó bien, un punto en Pachuca ante un cuadro que se sentía el nuevo líder agarrando de escalón a Gallos, uno de los coleros de la tabla, no cualquiera.
Y la verdad es que si se entrega con garra, sin temores, sin pánico escénico, otro gallo les cantará, porque el equipo tiene futbol, calidad y talento, pero además, si los sueltan como sucedió el lunes pasado, con esa dinámica o intensidad futbolera, el panorama pintará mejor.
Ahora viene Mazatlán y Gallos ya no debe perdonar nada ni a nadie, y la afición solo espera que su equipo salga a comerse el balón, con valentía, determinación, buen futbol y goles. ¿Se podrá? Hasta la Próxima.
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