Pintada entre 1490 y 1510, “El jardín de las delicias” es una de las obras más importantes de El Bosco. Compuesto de un tríptico que abierto mide 220 x 389 cm, el artista presenta una gran cantidad de elementos que han sido interpretados por numerosos críticos. Publicado en julio de 2020 en la revista científica Trends in plant science, los investigadores Ive De Smet y David Vergauwen (Bélgica) sugieren una interpretación adicional, no solo para El Bosco sino para otras piezas pictóricas y esculturas como herramienta para conocer el proceso de domesticación de las especies vegetales.

La domesticación de plantas ha sido un proceso fundamental para el desarrollo de la agricultura que ha permitido abastecer de alimentos a las sociedades. Ésta es resultado de la selección que los humanos han realizado para propagar sólo las plantas que le entregan las características más atractivas, como el sabor, el tamaño de fruto, la cantidad de semillas, entre otros atributos. En este proceso, es evidente que las especies que resultan útiles para su aprovechamiento sufren cambios que posiblemente las vuelvan indistinguibles de sus ancestros.

¿Cómo lucirían las especies progenitoras de la diversidad alimentaria, de frutas, hortalizas y semillas que tenemos disponibles actualmente? De Smet y Vergauwen indican que existen dos vías que actualmente son usadas para realizar dicha aproximación. En primer lugar, la arqueología, que pretende descubrir vestigios físicos y de ADN de plantas antiguas en un área llamada “arqueobotánica”. Por ejemplo, en 2019 se reportó la secuenciación del genoma de una hoja de 3 mil 500 años, encontrada en la tumba de un faraón egipcio y que sugiere que ya se consumía sandía, cuya pulpa era dulce y roja, atributos que reconocemos actualmente. Sin embargo, para realizar estudios de esta naturaleza, se requieren muestras que son difíciles de encontrar y suelen ser proyectos costosos.

Una segunda vía se aborda desde un análisis histórico-literario, a través de la documentación escrita sobre las tendencias en agricultura y patrones de consumo alimenticio. Algunas de sus limitantes son la veracidad del documento analizado y los errores de interpretación asociados a la evolución del lenguaje.

Así, los autores hacen énfasis en una tercera opción: la incorporación de una perspectiva iconográfica basada en la historia del arte. En resumen, proponen considerar que cada escultura y arte pictórico presente en las colecciones de todo el mundo podrían ser consideradas evidencia para la reconstrucción de los rasgos físicos de frutas, verduras, legumbres, cereales, nueces y semillas consumidas. Además, se podrían encontrar pistas sobre cuándo y dónde surgieron variedades de plantas, así como describir hábitos de consumo de una población y rutas de comercio.

Si bien se plantean tres rutas, éstas no son mutuamente excluyentes pues incluso se sugiere el termino #ArtGenetics, como el principio para una metodología que parece interesante, pero que presenta dificultades importantes. Por ejemplo, si se plantea analizar las especies del siglo veinte y se usa “Jarra y cuenco de frutas” (1931) de Picasso, la naturaleza surrealista del creador nos llevaría a tomar conclusiones poco precisas.

Regresando a la obra de El Bosco, se muestran fresas que corresponden al fruto en forma y color, pero se presentan en un tamaño desproporcionado. Por tanto, es necesario que el análisis se realice con conocimiento del contexto de la corriente con que la obra fue pintada y valorar el realismo de la representación.

Otro problema está en la creación de la base de datos, pues no existe un catálogo global de arte; incluso, una cantidad importante de obras se encuentra en galerías privadas. Ante esta dificultad, los investigadores buscan construir un proyecto colaborativo, de ciencia ciudadana, en el que piden a las personas cercanas a museos, así como aficionados al arte, tomar fotografías que resulten en evidencia clara para el proyecto y que se incluya la información disponible, como la fecha y el autor. De esta manera, indican que se construirá un repositorio de acceso publico para contribuir en su posterior análisis.

Los proyectos multidisciplinarios y la innovación en la apreciación de las ciencias es un abordaje valioso. Sin embargo, la propuesta de los autores requiere colaboración y una ruta clara de análisis, pues en el artículo apenas se esboza lo que harán con las fotografías enviadas.

¿Será prometedor o inviable? Sólo el tiempo lo dirá.

*@chrisantics 

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