Con afectación mayúscula, el modelo de negocio más exitoso, la franquicia, se contagió del coronavirus que provocó daño a todos sus giros comerciales y de servicios, marcas y establecimientos que, en un porcentaje preocupante, no volverán a abrir sus puertas a su consumidor o cliente final.

El panorama no podía ser peor, ni con el paso de la influenza, crisis económicas, de sismos y huracanes, la franquicia y sus más de mil marcas, 90 giros, 90 mil puntos de venta y casi un millón de empleos, enfrenta la peor incertidumbre.

Todavía la primera semana de marzo, el sector llevó a cabo su acostumbrada Feria Internacional de Franquicias, la herramienta más útil en la búsqueda de inversionistas para la comercialización de este modelo de negocio. Pero, 10 días después, sin idea clara de lo que vendría, el Covid-19 oscurecía todo ánimo de expansión, de nuevas aperturas, y lo que fue peor, con síntomas amenazantes para lo ya construido.

Las voces de expertos, de los directivos de marcas, de quienes invirtieron en una de ellas, de la Asociación Mexicana de Franquicias, coincidieron que el drama obligaba a volcarse en una sanación conjunta. Las firmas tapatías la bautizaron con el hashtag: #AquíNadieTruena, mientras que el máximo órgano rector del sector, AMF, con el hashtag: ConSumoApoyo.

Lo primero, fue exhortar a los clientes a privilegiar un consumo local, porque las franquicias están ya insertadas en la vida diaria de los mexicanos y sus diferentes necesidades comerciales y de servicios, porque detonan cadenas virtuosas con una proveeduría con alta dosis de pymes; había pues que poner a salvo establecimientos y sus empleados.

Luego la inquietud fue: ¿Y cómo deberá enfrentar la industria de la franquicia y sus diferentes modelos de negocios en terrenos como los de alimentos y bebidas, salud y bienestar, educación y tecnología, moda, etc., lo que será el reacomodo de estructuras, ante nuevos patrones de conducta en la sociedad?

César Aranday, experto consultor del despacho Aranday & Asociados, anticipó que el nuevo nombre del “juego”, será el de liquidez para subsistir. Y para ello, habrá que ir por todas las oportunidades con inventiva, pues el precio dejará de ser el tema básico. Los márgenes de utilidad no volverán a ser los mismos, añadió Diego Elizarrarás, CEO de la marca Todo de Cartón. Las condiciones para los negocios cambiarán.

Gabriel Sandoval, vicepresidente de franquicias de Canirac Querétaro, resumió de forma sencilla el paso por realizar: “hacer más y mejor empresa con menos”. Y es que los tres personajes de la industria de la franquicia, en un foro on line entre las Ciudades de México y de Querétaro, auspiciado por Grupo Concepto, coincidieron que llegó el momento de la reingeniería para este modelo de negocio, “aprovechar el impasse provocado por el coronavirus, y no quedarnos de brazos cruzados”.

Jude García, presidente honorario de Comexposium México, organizador de las ferias y exposiciones de franquicias, estima que el desastre para giros como el de alimentos y bebidas, podría significar el que la mitad de sus establecimientos enfrenten el cierre definitivo. Y urgió a pensar en salidas consensadas con los colaboradores y franquiciatarios para un menor dolor.

Roberto Ramos, fundador de la marca Arréglalo y expresidente de la Asociación Mexicana de Franquicias, exhortó a la industria a no descuidar a sus franquiciatarios —quien invirtió en una franquicia— ni a sus empleados, “pues nos debemos a ellos”.

Tomemos en cuenta que la pregunta a todo modelo de negocio, de ¿cuál será su diferenciador de frente al mostrador? deberá tener una respuesta inmediata, válida y sostenida. Pues hablando de riesgos, como dijo, la experta en el ámbito de emprendimiento, Laura Suárez Samper, “no debemos desaparecer de la vista de un cliente que tanto trabajo nos ha costado”, que así sea, en verdad.

incentivaempresasmx@gmail.com

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