“Mientras que la ciudad crea un 
sistema que exalta el individualismo. 
El barrio forja un proceso comunitario germinal tipo nopalera, con tantas 
espinas como defensas necesita. 
Es por eso que el perfil humano de los barrios genera un alto comportamiento urbano, que se traduce en sus propias formas de trabajo y vida, en su estado de ánimo, en su manera de ser, 
y hasta en su estado mental, que 
nunca les van a poder expropiar” 
A. Hérnandez. 

Comencé a visitar el Barrio del Tepetate cuando trabajaba con el Colectivo Malaleche (2003-2007), por aquel entonces una parte de la producción de la obra la resolvíamos en una casa de la calle Rivapalacio. No era mi zona, tampoco mi gente. Yo no les era familiar y estaba en su territorio. Sin embargo, durante el periodo que trabajé allí, de a poco fui conociendo a los vecinos, me contaban sus historias, me guiaron para saber en qué puesto cercano al mercado era mejor comer. En uno de esos trayectos me encontré con un libro de segunda mano que se convirtió en uno de mis favoritos: La viuda Basquiat. Allí comencé a sentirme atraída por la magia de la zona y sus alrededores.

Para  2009 volví a re-descubrir el Barrio del Tepe, pero ahora desde otra perspectiva, ahora con la mirada de una estudiante de maestría que investiga sobre el espacio público. Volver a recorrer esas calles me significaba mucho, me había alejado por años y regresar a la zona implicaba un proceso muy distinto al primer encuentro donde la supervivencia en un barrio ajeno, era primordial. Durante la investigación ahora conecté con otra gente, otros espacios, otros problemas. Exploré la historia de los Barrios de la Otra Banda, recorrí las calles de día y de noche, hablé con los dueños de los bazares, las carbonerías, las tienditas. Con los sobrevivientes del sindicato de Ferrocarriles Mexicanos, escuché por horas sus relatos, me sumergí en los recortes de periódicos y fotografías que atesoran como lo único que les quedó de un modo de vida que llegó a su fin con la privatización de Ferrocarriles Mexicanos a finales de los noventas. Durante el proceso de investigación, por allí  de 2010 el gobierno estatal anunció el “Proyecto de rehabilitación de imagen urbana y movilidad en barrios tradicionales”, “Paseo del Río”,  “La Estación, espacio de encuentro” y el “Plan de manejo y conservación del Centro Histórico”, con esto iniciaba (y se anunciaba) el proceso de gentrificación para los Barrios de la Otra Banda.

Aproximación No. 5. La resistencia del espacio
Aproximación No. 5. La resistencia del espacio

La historia del Barrio del Tepe de alguna manera se ha trazado por la constante disputa territorial, cultural y comercial. Nuevamente, y a partir del anuncio de la “donación” de un mural hecho por Santiago Carbonell para el mercado del Tepe, se establece una nueva disputa, una resistencia de sus habitantes ante la imposición de una figura que simboliza, social y culturalmente hablando, completamente lo opuesto a quienes intenta representar. Porque las calles, los mercados y las plazas son, según Gabriela Cortés “como páginas en blanco que se van llenando de rayas, textos y dibujos conformados por las diversas experiencias de todos”; como espacios públicos, alojan y hacen visibles las distintas manifestaciones, intereses y particularidades de cada grupo.

Aproximación No. 5. La resistencia del espacio
Aproximación No. 5. La resistencia del espacio

El conflicto se hace presente porque a estos espacios no sólo los poseen quienes los habitan, sino que son además  deseados y ocupados por visitantes ajenos: se convierten en espacios disputados. El proceso suele ocurrir cuando los centros de las ciudades se proponen expandirse y abarcar otras áreas —como zonas barriales que se localizan en la periferia del centro— pero que son importantes por su arquitectura, historia, identidad. En este proceso de ensanchamiento, las áreas disputadas son absorbidas e integradas a las actividades y usos de suelo similares a los establecidos por el centro que las atrae.

Pero el Tepe se ha mantenido en un constante estado de resistencia hacia este proceso de homogeneización turística, artística y cultural que los distintos gobiernos han intentado imponer para domesticar su identidad barrial. Tal ha sido la respuesta que en Facebook existen dos páginas (No queremos magia, queremos nuestro barrio y Fuera Carbonell del Tepe) que surgen ante la intención de convertir al Barrio del Tepe en “Barrio Mágico” y el anuncio del mural. 
Con esto, las espinas del barrio están listas para defender lo que les queda. Esperemos el final de este nuevo capítulo.

Contacto: Twitter @CDomesticada
Facebook: Piedad MG
PIEDAD MG es artista visual con maestría en
 Diseño e Innovación en Espacios Públicos. 
Actualmente es profesor de cátedra en el
 Tec de Monterrey campus Querétaro.

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