Al inicio de la fase 1 de la pandemia por la Covid-19 inicié con esta serie de textos relacionados con ciencia, desde lo que se suscita en la periferia de la crisis por el SARS-CoV2. Esta semana entramos a la fase 3 y ahora abordaremos la comunicación de la ciencia en medios digitales; pues he escuchado en diversos foros que quizás es una nueva realidad para continuar con la educación remota. Pero ¿acaso será un cambio de paradigma en la educación?

Las redes sociales y repositorios de videos han estado presentes en la comunicación, particularmente de ciencias, desde hace ya varios años. Iniciando por plataformas como Facebook, Instagram, Twitter y Tik Tok, así como el repositorio de videos de YouTube (YT) e innumerables plataformas de educación gratuita y de paga.

En 2016, una publicación en la revista científica Comprensión pública de la ciencia destacaba la importancia que ha adquirido YT como herramienta de comunicación. Y todo indica que seguirá creciendo, pues de acuerdo con The New York Times, tan solo en Estados Unidos, YT ha crecido 15.3% desde el inicio de la cuarentena.

Esta plataforma ofrece contenido educativo y sobre ciencias, en general, en diferentes presentaciones. Por ejemplo, están las video-clases, donde un profesor/a aborda un tema y se vale de un pizarrón real o digital; también está presente la divulgación científica, donde un narrador/a desarrolla un tema, valiéndose de animaciones, otros videos o simplemente con un monólogo convincente.

La disyuntiva, creer o no creer: ¿cómo estar seguros de que el contenido es confiable? YT no posee una especie de filtro que verifique que lo que se declara como ciencia, realmente lo sea. En ese sentido, existen creadores de contenido educativo que se han agrupado, denominados “edutubers”, donde una de sus labores es brindar apoyo entre los miembros de dicha comunidad, con la intención de mantener el rigor científico y la veracidad informativa.

Tuve oportunidad de entrevistar a algunos integrantes de este grupo, incluido el Dr. Santiago Pech, un edutuber quien produce sus videos en Querétaro en el canal “Sun Shine”. En la próxima entrega reportaré la experiencia compartida por ellos/as, así como otros divulgadores en medios digitales e impresos.

¿Acaso esta pandemia provocará un cambio en el paradigma educativo?

Recientemente, la SEP lanzó el programa “aprende en casa”, donde internet tendrá un papel destacable en la interacción profesor – alumno. Esta modalidad quizás es novedosa para los profesores, tal vez no tanto para los alumnos.

No sé si la educación en línea resultará un éxito, pero al cuestionarme si provocará un cambio en el paradigma educativo, me parece una pregunta centrada en las ciudades, porque es claro que no todas las familias mexicanas tienen acceso a internet en casa; muchas incluso carecen de servicios básicos; para ellos, la SEP entregará —quién sabe cuándo— cuadernillos de apoyo.

Es comprensible que se hace lo que se puede con lo que se tiene y que la vida, aún entre cuatro paredes, sigue. Pero reconozcamos que el derecho a la educación tiene un sesgo, y la calidad educativa, lamentablemente también. Mientras no exista un enfoque en recortar brechas, internet va a preparar muy bien a algunos, solo a algunos.

@chrisantics
c.cedilloc@gmail.com

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