En los últimos años la tecnología ha encontrado la manera de satisfacer necesidades que nunca nos hubiéramos imaginado; nos encontramos en la era de las aplicaciones digitales que han entrado al mercado de una manera tan disruptiva que hoy se pone en la mesa su legislación y regulación.
La Economía Digital, que toma su consistencia en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s), otorga las herramientas indispensables para procesar, administrar y distribuir la información a través de diferentes plataformas.
Este nuevo modelo económico, que registra un acelerado crecimiento, permite crear riqueza, consumo de bienes y servicios que cubren las necesidades de los usuarios, lo que indudablemente nos lleva a pensar en el siguiente escaño: gobierno, política y regulación.
El pasado 8 de septiembre, el Ejecutivo Federal presentó ante el Congreso de la Unión el Paquete Económico para el ejercicio 2020, conformado por la iniciativa de reformas a las Leyes del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y al Impuesto al Valor Agregado (IVA), a los ingresos por la prestación de servicios o enajenación de bienes a través de internet, mediante plataformas tecnológicas, aplicaciones informáticas y similares.
Es decir, buscan cobrar ISR e IVA a empresas como Uber, Airbnb, Netflix y Spotify, con el argumento que dichas plataformas digitales extranjeras en México han recibido recursos sin pagar impuestos, lo cual supone ingresos para el gobierno por 10 mil millones de pesos al año.
Sin embargo, queda una pregunta: ¿Los usuarios resultaremos afectados con el aumento en los costos de los servicios? Empresas como Rappi ya han declarado que no elevarían sus tarifas y que por el contrario avalan que se permita que los emprendimientos tecnológicos puedan competir en el país.
La discusión apenas comienza, el Pleno de la Cámara de Diputados tiene como fecha límite para aprobar el Paquete Económico el 20 de octubre, y por ambas cámaras a más tardar el 31 de octubre; sin embargo, existe otro frente que no podemos perder de vista que se encuentra al norte de nuestro país.
Recordemos que recientemente el presidente francés, Emmanuel Macron, aprobó un impuesto de 3% sobre los ingresos generados por sus servicios digitales a todas las compañías tecnológicas que generen al menos 750 millones de euros en ingresos globales y 25 millones de euros en ingresos dentro de Francia.
Vía Twitter, como era de esperarse, el presidente estadounidense Donald Trump condenó el nuevo impuesto y amenazó a Francia con una acción recíproca sustancial, al calificarlo como “injusto”.
Esto abrirá el debate a un nuevo modelo de tecnología- gobierno-regulación y abre las puertas al pago por el Bitcoin o los Smarts Contracts.
@rzballesteros