1. Frente a la curia católica. Se podrá decir que es muy pronto para juzgar los resultados de la visita papal a tierras mexicanas, pero ya hay una gran cantidad de voces que se han expresado en diversos tonos sobre lo que dijo y lo que no dijo el Papa en los diversos foros en los que se presentó y que muchas de ellas lo que reflejan es la inmensa lucha interna de poder que hay en la Iglesia católica.

No podemos desconocer que es el Estado más antiguo que hay en la Tierra y que ello revela una enorme experiencia, además de conocimiento y sutileza en el manejo del poder y del ambiente político interno, a grado tal que se habla de diversas corrientes internas; pero ahora se habla del profundo conservadurismo frente al cual está luchando el Papa (progresista) para modernizar y reivindicar la Iglesia a fin de recuperar la influencia y el terreno perdido frente a las diversas crisis en que se ha visto envuelta (pederastia, corrupción, prepotencia, y connivencia religiosa con los “nuevos faraones” como él los llamó).

Esperemos, pues, que frente a esta lucha interna se logre avanzar y obtener un resultado que favorezca el ejercicio del poder eclesial, eliminando los enormes vicios que han sido sacados a la luz pública. También que la Iglesia recupere ese liderazgo moral y religioso con una mentalidad más abierta y comprensible de las diversas dinámicas sociales que se viven en nuestro país y se convierta en el verdadero catalizador popular que impulse a los mexicanos a un desarrollo pleno.

2. Frente a la élite política. Sin lugar a dudas, la visita papal resultó un éxito para la administración federal y sobre todo, en el plano diplomático, los buenos oficios del embajador de México en el Vaticano se conjugaron, para que la gira de seis días tocara las regiones y los temas más álgidos y de más interés a la figura del Papa.

Al margen de las notas y críticas sobre la vestimenta, la falta al protocolo de tal o cual persona y hasta los “jaloneos” al Papa, la logística y la operatividad en las diversas concentraciones alrededor de hospitales, catedrales y sitios públicos cumplió, y como debe ser, con la seguridad y el objetivo que se tenía en cada uno de los lugares: en la Basílica de Guadalupe, con los indígenas en Chiapas, en Morelia y en Ciudad Juárez.

Desde luego que la crítica más acervada se refirió a la declinación de defender el Estado laico, la imparcialidad y la neutralidad por parte de las autoridades federales, estatales y municipales, que de acuerdo a la Constitución deben guardar frente al representante de una religión, ya que al interior del Estado mexicano conviven otras órdenes religiosas a las que se les dispensa el mismo trato. Finalmente, me pregunto sobre el silencio de la masonería. En esta ocasión no hubo ninguna manifestación, queja o estridencia que rompiera el terso trato dispensado a la curia religiosa.

Empero, lo más destacable es el fino regaño que a toda la clase política se le formuló desde la autoridad moral y religiosa del Papa, y que pone el énfasis en la necesidad de que corrija las conductas desviadas y lleve a cabo un honesto, legal y honrado ejercicio del poder a fin de no dañar el tejido social y deslegitimar sus gobiernos.

3. Frente a la grey católica. Quizás el único punto negativo de la visita, fue el hecho de que vimos a un Papa alejado del pueblo; sí, del verdadero pueblo, que tan necesitado está de verdadero consuelo, apoyo, alivio, recuperación de la fe y de esperanza en un mejor futuro. Un pueblo abrumado por la pobreza, desigualdad, violencia y crisis económica, que reclama una reanimación.

Desde luego, no pasa desapercibido el hecho de que los diversos grupos políticos y religiosos durante este tipo de visitas y eventos, en una logística propia, cooptaron con respecto al visitante distinguido y como se mencionó en algunos medios, casi lo secuestraron para ellos. Se esperaba del Papa un acercamiento más popular y entregado al pueblo, emulando las acciones de Jesús.

Apostilla: “El infierno está empe-drado de buenas intenciones” (Walter Scott).

Maestro en la Facultad de Derecho de la UAQ. @JorgeHerSol jorgeherrerasolorio@gmail.com

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