1. La semana que hoy inicia estará enmarcada en una serie de decisiones sobre el futuro de la administración gubernamental y el ejercicio del poder para los siguientes años. Habrán de tomarse resoluciones que tocan temas sensibles como la educación universitaria, pero también la impartición de justicia; temas que pueden planearse con cierta cautela, derivado de la situación económica internacional que influye en lo nacional y en lo local; no podemos evadirnos de la reducción en los precios del petróleo y tampoco la crisis económica internacional, como efecto del mundo globalizado que nos tocó vivir.

En el plano universitario hemos apreciado el descontento en el Consejo Universitario y en el rector, con la aprobación que se hace respecto de un 10% al presupuesto para el 2016, y se maneja como insuficiente. La discusión se centra en que no es lo que había prometido el Ejecutivo; en este tema, por más buena voluntad que pueda haber, la realidad económica refleja imposibilidad para cumplir con lo prometido que está en función de lo que se apruebe en el Congreso de la Unión para el estado de Querétaro y que hoy los precios del petróleo están en el nivel más bajo de los últimos años, y que esa reducción en los precios del crudo mexicano era una variable no contemplada que afecta de manera directa las proyecciones presupuestales nacionales y locales.

Debemos esperar haya en la reunión que planean los universitarios con el Ejecutivo una serie de planteamientos maduros, producto de la reflexión y la inteligencia para hacer frente a la necesidad universitaria, pero en la medida de la provisión de recursos al gobierno estatal por parte de la Federación.

2. En cuanto a la impartición de justicia, al margen de las decisiones de la semana pasada en relación con la solicitud de jubilación de un grupo de magistrados del Poder Judicial, que es motivo de otro artículo una vez que las aguas se hayan apaciguado. La aprobación presupuestal que le toque a dicho poder deberá contemplar una serie de necesidades impostergables: 1) La terminación de la tercera etapa de los juicios orales penales, en el Primer Distrito Judicial (Querétaro, El Marqués y Corregidora) que se difirió en septiembre, pero que invariablemente y por cumplimiento al periodo otorgado en la Constitución de la República tiene que entrar en vigor a más tardar en junio del 2016; 2) La reestructuración del Consejo de la Judicatura que ahora tendrá dos integrantes más en la figura de un representante del Ejecutivo y otro del Legislativo, y ya integrado como un órgano administrativo e independiente de la función jurisdiccional, con una infraestructura propia y compuesta con un juez y un magistrado que se separan de la función por el plazo que serán electos para esa actividad; 3) La necesidad de crear, cuando menos, tres juzgados familiares en el partido judicial de Querétaro y otro en San Juan del Río, otro en Cadereyta y otro en Jalpán de Serra, dada la expansiva carga de trabajo en la materia familiar, civil y penal en estos últimos tres partidos; 4) La necesidad de ampliar la plantilla de actuarios que funciona en Querétaro y San Juan del Río, cuando menos en un 75% más de la plantilla actual, derivado de la excesiva carga de trabajo y el cambio en las circunstancias geográficas de la Zona Metropolitana dadas las distancias y la conflictiva de tráfico en la avenidas y calles.

Las anteriores resultan las necesidades mínimas a cubrir en un creciente Poder Judicial, que ha resentido cambios en la manera de impartir justicia, derivados del crecimiento demográfico y la expansión industrial, comercial y económica que ha tenido nuestro estado en los últimos 15 años; de no aprobarse los recursos suficientes a la judicatura será imposible responder al imperativo constitucional de brindar justicia pronta y expedita a la sociedad queretana. De ahí que los legisladores locales, en esta semana habrán de enfrentar esos desafíos de la educación y la impartición de justicia, esperemos tengan el tino adecuado para hacerlo.

Apostilla: ¿Qué otro regalo más grande y mejor se le puede ofrecer a la República que la educación de nuestros jóvenes? Marco Tulio Cicerón.

Maestro en la Facultad de Derecho de la UAQ. @JorgeHerSol jorgeherrerasolorio@gmail.com

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