Siempre he creído que independientemente de lo que hagas, hay cosas destinadas para ti y si te pones a analizar algunos pasajes a lo largo y ancho de tu vida te darás cuenta que muchas de ellas por pequeñas que parezcan tienen una gran significado

 

Cuando era pequeña, mi familia y yo radicamos un tiempo en Puerto Vallarta, Jalisco y otro poquito en Morelia, Michoacán; recuerdo que en este último destino veía las cosas de los mas vivos colores tal como un arcoíris, era increíble saborear la sensación de libertad al jugar con mis primos y amigos, justocomo “una pandilla” esas que creo muchos tendrán en el baúl de sus recuerdos; con las rodillas raspadas, los pantalones rotos, despeinados y con manchas de lodo. En ese entonces uno de mis primos “Jano”, ponía al frente de la casa de mi abuelita (a quien hago honor portando su nombre) una mesita, y nos corría a mi prima “Yadi” (por cierto, también mi mejor y extraordinaria amiga de la infancia o como se dice coloquialmente mi “uña y mugre”) y a mí porque decía que no podíamos estar ahí,nosotras le preguntábamos la razón, nos apuntaba que nos alejáramos por que en ese lugar él iba a atender a los turistas… ya se podrán imaginar nuestra cara de asombro con 4 añitos de edad frente a frente preguntándonos en la mente pero… ¿Qué es un bendito turista?hoy por hoy me da mucha risa recordar ese momento, porque creo que desde entonces esto de los viajes, el turismo y la aventura ya se me estaba revelando; ¿ahora comprenden porqué veo mi travesía en este mundo como un maravilloso, sorprendente y espectacular viaje desde que era niña?

 

Viajar de pequeño es muy diferente que hacerlo de adulto, indudablemente una de lasgrandes ventajas es que no tienes por qué preocuparte de nada, vas en un tour todo pagado, todo incluido, especialmente para divertirte y disfrutar, eso sí, a merced de los cuidados de tus familiares, pero nada que no se pueda solucionar con las inolvidables travesuras también incluidas.

 

De niña conocí muchos lugares que me dejaron en la memoria desde del sonido del mar, con mi traje de baño rojo que combinaba perfecto con los enredados chinos de mi cabeza, hasta el eco de los túneles de la exuberante huasteca potosina en nuestro viaje en tren cuando aun existía ferrocarril de pasajeros Querétaro-San Luis Potosí- México. La travesía de llegar a Michoacán de pueblo en pueblo, comiendo desde colinabos con chile hasta acambaritas y café con leche. ¿Conocen Pancho Villa?, me refiero al pueblo Francisco Villa Zinapécuaro, Michoacán, mi niña interna se los recomienda, ahí probé las mejores patitas de puerco en carnitas que jamás haya saboreado. Sé que muchos se asustaran pero… ¿Conocen Apatzingan? la suave tierra roja de este sitio les dejara la ropa colorada de tanto usar los montes como resbaladilla, ahí no se pueden perder las deliciosas aguacatas”. ¿Se han subido a las trajineras de Zirahuen? con su música y los placenteros charales, ¿O a laspangas del Lago de Patzcuaro? y qué decir de su gastronomía; corundas, uchepos y la exquisita morisqueta. ¿Conocen el Paricutín? Es el volcán más joven del mundo, también tuve el gusto de chiquita, está en el antiguo San Juan Parangaricutiro (¿Lo pudieron pronunciar?)Les gustaría degustar “las chopas” son de Sahuayo o bien podemos cambiar de rumbo, también conocí Xichú, con su festival de huapango arribeño, ahí donde no se perdonaran si no gozan de las riquísimas gorditas de horno.

 

Me faltan muchos sitios e indudablemente no terminaría de contar todas las anécdotas que guarda mi corazón porque en mi caso, mi vida siempre ha sido y será un constante viajeEste 30 de abril; ¿Qué anécdota cuenta tu niño viajero? ¡Feliz día del niño y de la niña también!

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