Cuando nos damos la posibilidad de soñar y disfrutar la música, no importa lo que hagamos o en qué nos desempeñemos, cuando le subimos al volumen y le arrancamos el botón nos perdemos en esa maravillosa inmensidad de ritmos que nos llenan de vibra y emoción.

Mis estimados lectores, es un placer saludarlos, el día de hoy quiero platicarles de una persona común y corriente, de esas que luchan día a día con la situación tan fuerte con la cual lidiamos todos, es El Genaro, de oficio pollero, chofer, padre soltero de dos niños que fueron abandonados por su madre; amante de Rigo Tovar, Chico Che, pero un empedernido del rock, desde el urbano, incluso se escapaba para ir a tocadas de barrio, aunque también es un “bailarín de pipa y guante”, como él se autodenomina; tipo de cara recia, ataviado con pantalones de vestir, de esos con línea en medio, playera de Charlie Montana con la leyenda “Tu mamá no me quiere”, un vale que conocí en un rol que me aventé en un taxi, andaba chambeando en busca del rock  y me fui de aventura, ahí conocí a este peculiar personaje, quien resultó ser un amante desventurado de la música, del rock, de la charanga cumbianchera, hasta de los boleros de Manzanero.

Ante el desastroso tráfico comenzamos platicando sobre nuestros trabajos, los cuales resultaron con similitudes, yo cubro la música y él la disfruta a diario con el volumen a todo lo que da; ya entrados en la plática me comentó que le gustaban mucho los homenajes y uno que fue de sus favoritos es el famoso  tributo al Príncipe de la Canción, José José, de allá por el 98 con bandas como Café Tacvba, La Lupita, Molotov, entre otros grandes rocanroleros; con ese material acercaron al Príncipe de la Canción a un nuevo público; pero eso no fue todo, igual me dio santo y seña del segundo homenaje, esto como celebración a los 50 años del intérprete de “Gavilán o Paloma”, me dijo que sin duda este segundo le gustaba mucho más y que la canción  “El Triste” es  un himno y se le debería de hacer un reconocimiento a José José, antes de que se nos adelante, y que es lamentable la situación por la cual atraviesa, y por supuesto, me deleitó con su ronca voz cantando la rola a todo  pulmón.

De ahí nos dimos un giro hasta Satélite con los Tacvbos y su tan exitosa producción Avalancha de éxitos, del año 96, un disco que incluye temas de gran pasión y con versiones muy diferentes a las originales: “La Chilanga Banda” de Jaime López, un clásico más “No controles” original de Olé Olé, del 83, que también covereó Flans, así me llevó el don en un recorrido musical adulterado por el asfalto y cuando de pronto me di cuenta, la tinta se había acabado. Hasta la próxima, aquí continuaré con mis andadas rockeras.

@pollorockmusica 

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