El 2020 y diciembre no dejan de sorprender a propios y extraños, este año ha roto cualquier escenario pensado o imaginado, y el más reciente episodio rompe con un dicho clásico de la política mexicana que dice: “en política no hay sorpresas, solo sorprendidos”. En tal sentido, vaya que nos sorprendió a varios el anunció que hiciera el Presidente Nacional de Morena, Mario Delgado, al dar a conocer el resultado de la persona que salió victoriosa de la encuesta para elegir aspirante a la gubernatura de Querétaro, la maestra Celia Maya García.

Con el anuncio sepultural del Presidente del CEN de Morena, en el cual señaló a Querétaro como uno de los más competidos y que, por tal motivo, fue necesario realizar dos encuestas, para desempatar, finalmente supimos que Celia Maya fue quien salió airosa. Con lo anterior, se le pone fin a las aspiraciones a la candidatura, al menos a los dos perfiles que se les veía con mayor posibilidad de enarbolar dicha figura, es decir, el Senador de la República Gilberto Herrera Ruíz y el arquitecto Juan José Jiménez Yáñez.

A inicios de semana se conoció otra encuesta de un medio de circulación nacional, en el que se mostraban las tendencias para las 15 entidades donde habrá comicios para renovar gubernatura, en ese ejercicio demoscópico, en 14 estados el partido político que aventajaba era Morena, a excepción de Querétaro. Esto viene a colación, ya que tanto en el vox populi como en otras encuestas medianamente serias, no se vislumbraba la posibilidad de que la exmagistrada pudiera siquiera acercarse a ser el perfil con mayor posicionamiento, aceptación o posibilidades reales de triunfo.

Por otro lado, cabe hacer mención de los méritos que hacen acreedora a la persona más fiel a la Cuarta Transformación y especialmente a López Obrador, puesto que Celia Maya fue candidata y acompañó al Presidente, incluso antes de que existiera Morena. La maestra Celia ha sido candidata a la gubernatura en dos ocasiones, 2003 por el PRD y 2015 por Morena, asimismo, prestó su nombre, figura y prestigio personal para encabezar la fórmula por el PRD en 2012, y últimamente, fue fórmula en segundo lugar por Morena en 2018. Los 17 años de carrera electoral respaldan el merecimiento de una persona que apostó todo por la causa, cuando nadie daba un centavo.

La base morenista quería un perfil no priista y no neoliberal, pues he ahí el resultado. Pesa más el criterio del 90% de honestidad señalado en la mañanera del 28 de noviembre de 2019.

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