El 1 de julio se cumplieron tres años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, vencedor de la elección presidencial en 2018, con el sufragio de 30 millones de ciudadanos. El esfuerzo para gobernar ha sido intenso. Para unos representa una coyuntura desafortunada por la pérdida de privilegios que les significa, no así para otros que lo consideran un momento histórico y esperanzador.

Los avances y retrocesos deben leerse a la luz de una inimaginable y devastadora epidemia de la Covid-19, de una abusiva campaña de los medios tradicionales impulsada por las élites económicas e intelectuales. Y, por supuesto, de los errores cometidos por el propio gobierno.

Al inicio de su administración, López Obrador propuso impulsar cambios dirigidos a sentar las bases de la “Cuarta Transformación”. Entre los avances legislativos promovidos por Morena y sus aliados destaca la aprobación de 55 reformas a la Constitución que incluyen el derecho a la atención médica y medicamentos gratuitos, el derecho al acceso a programas sociales, la tipificación como delito grave de la corrupción y la institución de la revocación de mandato, entre otras.

Una de sus promesas de campaña fue terminar con los privilegios de los altos funcionarios, disminuir el costo de la comunicación e informar todas las mañanas a la ciudadanía sobre los avances de su gobierno mediante una conferencia de prensa.

Pese a las predicciones de quienes auguraban el colapso de la economía y la salud, consecuencia de la crisis de salud mundial, los expertos destacan la respuesta del actual gobierno para disipar este riesgo. El desplome del Producto Interno Bruto (PIB), resultado de la emergencia sanitaria fue de 8.2 por ciento. No obstante, los datos para 2021 refieren un rebote en el crecimiento de la economía nacional con estimaciones que superan el 5 por ciento.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, la recuperación del empleo ya alcanzó un 93 por ciento de los trabajos perdidos por el cierre de actividades económicas en 2020. Uno de los factores que han colaborado en el buen desempeño de la economía es la recaudación fiscal que en 2020 cerró en 3 billones 339 mil millones de pesos.

Aunque no se cumplieron los pronósticos sobre la catástrofe debe reconocerse que varias de las metas propuestas no se lograron. Aún están pendientes por resolver graves problemas en materia de seguridad y combate a la corrupción e impunidad.

Una característica del gobierno de López Obrador ha sido la gestión responsable. La política financiera logró mantener el equilibrio en las cuentas públicas, evitar el endeudamiento gubernamental y el control de la inflación. La búsqueda de alternativas para aumentar la recaudación fiscal mediante el combate a la evasión fiscal. El mejoramiento del poder adquisitivo de los salarios mínimos y la reactivación de la economía a través de ambiciosos proyectos de inversión, entre otras acciones. A mitad del camino nos encontramos frente a un presidente con una narrativa radical, pero con actos de gobierno responsables dirigidos a modificar los excesos y abusos de administraciones anteriores.

Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale

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