Las marchas del domingo en defensa de la democracia y el INE, todo un éxito. Molesto el presidente López Obrador por la enorme participación ciudadana en protesta a su iniciativa de destruir al órgano ciudadanizado, rector de los procesos electorales y de paso pretender arrasar con el incipiente sistema democrático que crearon ciudadanos y partidos políticos, amenazó con encabezar su propia “manifestación gubernamental” el día 27 de este mes ¿Quiere demostrar que sigue teniendo el respaldo popular y así salvar su deteriorado desprestigio?

Colérico volvió a surgir el espíritu intolerante del gobernante que sigue creyéndose candidato en campaña. Las múltiples manifestaciones ciudadanas que se dieron en la mayoría de los estados y muchos municipios, alteró el estado de salud del presidente, a quien los médicos le han recomendado guardar tranquilidad. La descalificación es muestra clara de ello, su única arma: el denuesto; volvió a la carga con vituperios; incluso su coordinadora de redes sociales, la señora Vilchis, calificó de “mapaches” a varios de los participantes, intentando sumarse a los epítetos en contra de la ciudadanía.

Frente al estruendoso fracaso de su intentona de “golpe de estado a la democracia”, se han sumado voces morenistas en contra de su lapidaria iniciativa, de tal suerte que adelantó una reforma radical a las leyes secundarias en materia electoral. Sin embargo, no pueden ser del calado que intentó, salvo que lastime la Constitución y sean declaradas inconstitucionales; aprovechará su votación simple, la cual quedará condicionada a no perjudicar intereses de sus aliados, quienes podrían no apoyar su intentona de minimizarlos o eliminarlos del mapa político.

El peligro sigue vigente. AMLO tomará cuatro rutas. La política, reforzando su embestida en contra de sus oponentes. La económica, intentando ahorcar presupuestalmente al INE y al TEPJF. Sería criminal dejar sin el presupuesto suficiente para los trabajos de las elecciones del 2024, en las que se renovará el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República ¿Llevar al fracaso el proceso electoral para acusar a las instituciones electorales? ¿De ahí un golpe de Estado? La tercera, apoderarse del Consejo General

La última vía será de naturaleza legislativa, consistente en reducir atribuciones y complicar las acciones operativas de ambos organismos electorales. La gastada retórica basada en lo oneroso que resulta la democracia mexicana, llegando al extremo de aseverar que el INE es el más dispendioso del mundo.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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