Insiste el Presidente de la República en abrir frentes de críticas y reyertas en su contra. Cuando la función de un estadista consiste en unir y apoyar a su pueblo. En contrario, AMLO promueve división, no fortalece a la sociedad mexicana: la destruye. No cumple con sus responsabilidades constitucionales ni legales, tampoco con reglas mínimas de solidaridad, fraternidad, concordia. A diario sus discursos son incendiarios. Combate a todos aquellos que no piensan igual que él. Cual tirano pretende destruir la disidencia de ideas, resquebrajar el sistema democrática y convertirlo en una tiranía.

AMLO aceptó su responsabilidad por el homicidio del candidato Abel Murrieta, al no cumplir con su responsabilidad de brindar seguridad pública y protección ciudadana; misma responsabilidad que trasciende a los más de 80 mil homicidios dolosos que se han cometido en lo que va de su sexenio. Severamente fue recriminado por Dante Delgado Ranauro, quien espetó: “En todo está metido, menos en su cumplir con su responsabilidad”. AMLO quedó sin salida, tuvo que dar respuesta a una lacerante verdad.

Volvió su ira en contra de los medios de comunicación por criticarlo, señalando aquellos que no están con él como prensa “tendenciosa y golpeadora”. Abre defensa innecesaria a favor de Claudia Sheimbaum, a causa del delito de culpa por la acción criminal del accidente del Metro. Facultad de la Fiscalía, será ella la que encubra a la jefa de gobierno. Ni Florencia Serranía, directora del Metro, tiene culpa alguna. No esperan al resultado del peritaje forense. No, antes viene la absolución política, cuando es de todos conocidos que, por falta de mantenimiento, provocaron la muerte de 26 personas y más de 50 heridos.

Las autoridades del INE fijan criterio jurídico sobre las ilegales denuncias públicas del Presidente por promesas de campaña de la oposición, expeditos abrieron carpetas de investigación. López Obrador utiliza a la FGR y la UIF, como frente de combate electoral para amedrentar a la oposición. El presidente insiste en subirse a la contienda cuando no es invitado, todo por apoyar a su dividido y alicaído partido, al cual desde dentro lo corroen y corrompen, debilitan la cimentación de intereses de grupos, sin sustento ideológico alguno. En tanto AMLO sigue intentando socavar la credibilidad y apoyo ciudadano del INE, consecuencia del trabajo de casi 30 años de eficaz y continuo esfuerzo. La desesperación del Presidente se sustenta en el terror de perder el poder que le ha dado la Cámara de Diputados.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

Google News