La verdad es que algunos ya estamos hartos (si no es que todos) de que nos digan que la mayoría de los eventos se han cancelado por el Covid- 19, que debemos quedarnos enclaustrados un buen rato hasta que haya vacuna, que las fronteras y destinos están cerrados o trabajando con un porcentaje mínimo de capacidad o que de plano, todo de ahora en adelante será virtual, es por eso que hoy quiero compartirles algo que les pueda ayudar en sus futuros viajes, porque yo sí confío en que pronto podremos volver a las andadas.

En primera instancia quisiera hacer referencia a la frase:  “dime cómo viajas y te diré qué tipo de viajero eres”, el título quizá no te diga mucho, así que trataré de explicarme lo más posible. Regularmente cuando vemos uno de esos bloggers que tienen sus pasaportes llenos de sellos y que incluso les falta poco para visitar todos los países, nos preguntamos cómo es posible que pueda andar de viaje durante todo el año y desde luego cuánto dinero necesita para costearse todo, y pensamos que ¡seguro es millonario! Pero en realidad es un viajero “flexible”. La verdad es que no se trata de tener mucho dinero, existen algunos aspectos que son importantes para que una persona se vuelque a recorrer el mundo, ¿te digo el secreto?, su flexibilidad es la clave.

Punto número uno, quieres viajar mucho, pero estás atado a un trabajo 24/7, y no digo que no se pueda, indudablemente muchos ya son expertos en acomodar sus escapadas, pero siempre es frustrante encontrar vuelos baratos cuando no puedes pedir vacaciones, o cuando te dan unos días de descanso, los vuelos literal están por los cielos. La mayoría de las personas que han comenzado a ser trotamundos explican que tuvieron que dejar sus empleos,   ¿por qué o para qué? Simple, para tener el poder de manejar el tiempo a su antojo y decidir en cualquier momento tomar un descanso o trabajar desde cualquier otro punto del globo terráqueo.

Punto número dos, no estás dispuesto a viajar entre semana, hacer escalas, tomar un vuelo a deshoras o usar un asiento separado de tus familiares o amigos, desde luego, por nada del mundo viajarías solo con tu maleta de mano y por si fuera poco, jamás eligirías un hostal o Airbnb, mucho menos hacer couchsurfing. La mayoría de las personas que viajan frecuentemente toman trayectos en relación al periodo de ofertas que se encuentran y no en torno a las fechas en que tienen vacaciones. Toman vuelos en el horario que mejor le caiga a su cartera y no a su comodidad, no les importa si hacen escalas (un vuelo puede disminuir su costo hasta en un 50%), es más, algunos utilizan ese tiempo a su favor. Si están en ese destino solo por unas horas, aprovechan, salen del aeropuerto para turistear o bien, si es posible, alargan unos días su estancia para después retomar el camino hacia su destino final.

Y punto número 3, quieres viajar de lujo pero tus recursos no dan lo suficiente. Volvemos a la clave, “flexibilidad”.  Para viajar no hay que ser tan rígido, elige tus lujos,  quizá prefieras  un vuelo barato y disfrutar de un hotel costoso o contratar un Airbnb pero invertir en un parque de diversiones como Disney, todo depende de lo que a ti te guste y la manera de manejar tus recursos. Las aerolíneas cobran todo: por asignar tu asiento, por comer en el trayecto o por exceso de equipaje. Ahórrate tiempo y dinero, atrévete a viajar solo con tu maleta de mano, no tendrás que facturar y tampoco ir a las bandas de reclamo al llegar.

Desde luego que no estoy peleada con el turismo de lujo, pero si tenemos oportunidad de viajar hay que hacerlo a como dé lugar. ¿Tú que dices?

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