La carrera presidencial dentro de Morena arrancó oficialmente el domingo pasado con un acto en Toluca, donde está el único obstáculo que encontrará antes del 24: las elecciones para gobernador en junio del próximo año. Es estratégica esa victoria, porque sin el Estado de México y con la probabilidad alta de que pierdan una vez más la Ciudad de México dentro de dos años, las posibilidades de continuar el proyecto de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador disminuyen de manera significativa.

Ahí estuvieron los secretarios de estado: Marcelo Ebrard (Relaciones Exteriores), Adán Augusto López (Gobernación) y la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; así como el líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, y Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, pero no Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, que se asegura que fue invitado, pero decidió ausentarse para asistir a la ceremonia de entrega floral al poeta zacatecano Ramón López Velarde y celebrar “el día del zacatecano”. Sin embargo, las versiones son contradictorias.

Ricardo Monreal Ávila aseguró en rueda de prensa que solo fue usado por Mario Delgado, presidente del instituto político, como canal para invitar a los senadores de la bancada al acto en Toluca, pero fue excluido del desayuno al que asistieron los líderes del partido y los aspirantes presidenciales. Manifestó que el evento en que estuvieron los “destapados del Presidente” podría ser catalogado como un acto anticipado de campaña.

Por otro lado, la dirigencia de Alejandro Moreno inició con el único fin de sus ambiciones delirantes para desde ahí buscar hacerse no solo de la candidatura presidencial del PRI, sino, ha dicho, de la alianza opositora. La dirigencia de Moreno ha perdido todas las elecciones a gobernador en que ha participado y tiene una sola mayoría legislativa local: Coahuila, que heredó. El partido se encuentra con un dirigente ajeno a su realidad, lo que ha agravado por su ambición desatinada y lo coloca en una situación que cuestiona su legitimidad.

En días pasados, nueve de los últimos 14 líderes del PRI desde 1996 urgieron una reunión para discutir lo que está sucediendo en el partido. Hay corrientes con representación del PRI y el coordinador en el Senado que consideran para frenar la caída es necesaria la remoción del dirigente.

Moreno considera que puede presionar a la alianza opositora Va por México. Hace cuentas alegres, es únicamente el chantaje. La advertencia de Moreno es que si rompen la alianza, trasladan votos del PRI a Morena.

Por otra parte, Movimiento Ciudadano, a través de su dirigente Dante Delgado, ha manifestado que su aspiración para las elecciones de 2024 es una: ganar la Presidencia. Considera que, sin necesidad de alianzas, el partido naranja puede consolidarse en el Ejecutivo. No rechazó que exista la posibilidad de llegar a formar parte de la alianza Va por México en 2024, sin embargo, señala que su partido tiene las suficientes bases para formar un proyecto de nación sólido y que puede ser atractivo como oposición.

Declara que es importante el trabajo de la oposición, y que no puede ser visto de la forma convencional, tema que ha hecho que los partidos de la alianza opositora continúen perdiendo votos.

Crítico de la postura opositora actual, al referirse que imaginar que tres dirigentes de partido pueden mandar el mensaje ante la sociedad de que solo juntos derrotan al Presidente es un “Sin sentido”, ahora imaginar que son cuatro dirigentes es un doble sin sentido para Dante Delgado.

Inició el golpeteo por la sucesión presidencial.

Expresidente municipal de Querétaro y exlegislador. @Chucho_RH

Google News