La iniciativa para reformar la Ley de Banco de México (Banxico) que propuso Ricardo Monreal se terminará de desinflar en los próximos días, luego de que se descubriera que beneficia a un solo banco (Banco Azteca) y a un mínima parte de los paisanos (0.7%) que regresan al país con dólares en efectivo.

En noviembre, el senador morenista y titular de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, propuso una iniciativa que buscaba modificar los artículos 20 y 34, y adicionar los artículos 20 Bis y 20 Ter a la Ley del Banco de México, para transferir al instituto central los excedentes en moneda extranjera que los bancos con operaciones en el país no logran repatriar, como es el caso de Banco Azteca, que se quedó sin un corresponsal en el extranjero en septiembre de 2020 y una acumulación de 80 millones de dólares en efectivo.

La propuesta encendió todas las alertas, pues con la reforma se ponía en riesgo la autonomía del banco central y las reservas internacionales, que suman cerca de 200 mil millones de dólares. La propuesta de Monreal trasladaba a Banxico la responsabilidad de recibir moneda extranjera de dudosa naturaleza, con lo que se podrían contaminar las reservas internacionales poniendo en riesgo a todo el sistema financiero.

Sin bien el autor de la iniciativa fue Ricardo Monreal, detrás de la misma estaba otro Ricardo (Salinas Pliego), quien se la propuso al Presidente de la siguiente manera: Los migrantes que vienen con sus dólares en efectivo no los pueden cambiar fácilmente, porque no es fácil que los bancos los repatrien a sus países de origen y porque la Ley de Banxico es muy rígida y está plegada a la de los bancos de Estados Unidos (incluida la Reserva Federal). ¡Es una injusticia para nuestros paisanos!, le soltó el astuto empresario.

López Obrador le tomó la palabra y pidió que se revisara el tema. Ricardo Monreal ‘compró la propuesta y terminó como actor secundario, dejando a su segundo de abordo, el senador Alejandro Armenta, malabarear, patinar y trastabillar en las entrevistas con los medios de comunicación intentando defender la propuesta.

La iniciativa, como muchas otras que tienen que ver con el sistema financiero, se hizo sin consultar a la Secretaría de Hacienda ni al Banco de México. Vaya, Mon- real ni siquiera se tomó el tiempo de preguntarle al exasesor económico de Andrés Manuel López Obrardor, Gerardo Esquivel, quien desde hace dos años es integrante de la Junta de Gobierno del banco central y quien fue uno de los primeros en salir a criticar públicamente la propuesta.

Por si fuera poco, Luis Niño de Rivera, miembro del Consejo de Administración de Banco Azteca, al principio acompañó la iniciativa y no fue hasta que el resto de los banqueros alzaron la voz que tuvo que pronunciarse en contra como presidente de la Asociación de Bancos de México, pues las otras instituciones financieras del país no tienen problema con la repatriación de dólares.

El Presidente al parecer reconoció que la propuesta que le vendieron genera más problemas que beneficios, por lo que los cambios que se hagan no tocarán la Ley de Banxico, sino que se enfocarán en aquellos paisanos que usan dólares en efectivo y que podrían ingresarlos al sistema financiero a través de algún método, como una tarjeta, o a través de algún otro mecanismo.

Posdata

La otra gran reforma que se quedó en el tintero en 2020 es la del outsourcing. Las mesas de negociación con la iniciativa privada se retomaron y el punto fino está en el reparto de utilidades y el compromiso de poner en la nómina de las empresas a un buen porcentaje de los trabajadores que están subcontratados, de manera que el efecto se vea reflejado en una mayor recaudación fiscal.

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