En octubre cumple 21 años de carrera profesional, su paso por el futbol fue siempre exitoso desde su primer partido con el Atlas hasta el último con ese mismo equipo. Rafael Márquez se ve obligado a parar a los 38 años con una meta inconclusa, jugar en Rusia su quinto Mundial de futbol, algo que solamente han hecho Antonio Carbajal y el alemán Lotthar Matheus. Si logra aclarar las acusaciones en su contra en menos de 250 días,  cumplirá con la fecha de entrega de la lista definitiva de Juan Carlos Osorio.

Culpable o inocente ya carga un daño moral evidente, imposible de reparar. En este momento el futbol no debe ser su prioridad, y su equipo, que no lo abandonó por ser señalado culpable por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, lo sabe perfectamente. Hoy, al capitán de la Selección Nacional lo obligan a parar del futbol, no veremos a ese característico número ‘4’ de gran talento, ni esa personalidad con la que jugaba cada partido que disputó con el Mónaco, con el Barcelona, con el Hellas Verona, con el Red Bull, con el León, pero sobre todo, con su querido Atlas de Guadalajara.

El Atlas dará hoy su postura, pero es impensable que su capitán continúe en el equipo mientras enfrenta un proceso tan complejo, delicado y desgastante como el que  viene para Márquez. Ocuparse a recabar las pruebas que puedan demostrar su inocencia es la prioridad, porque por más solidaridad y apoyo que tiene del medio futbolístico y del aficionado, está metido en un lío muy complejo.

Su brillante carrera deportiva no es la defensa de un caso tan serio judicialmente hablando. Márquez pudo ser engatusado, engañado, esa es la tarea que debe cumplir, demostrar su inocencia, a la par de las presiones que vendrán del gobierno de Estados Unidos para girar órdenes en contra de quienes han señalado.

Presunto culpable o inocente no deja de ser un lío para la Selección Mexicana que sigue sumando bajas para el final de la eliminatoria. Inició con Marco Fabián y súmenle la postura de los Dos Santos y Carlos Vela que, trasciende, amenazan con no acudir al llamado de Osorio si es que los convoca. Deportivamente sí es un problema grave, nada comparable con la trascendencia de la acusación, pero ese es tema de otras secciones de  El Universal.

La pausa obligada en el futbol, la que el Atlas avala para iniciar o para  acumular pruebas, ya que se informa que esta investigación llegó a su fin en marzo pasado  y que ya había conocimiento que saldría a la luz pública. Como dijo el propio Márquez en ese frío comunicado que leyó en Colomos: “será el partido más difícil de mi vida”, también en esa mesa en la que leía nervioso y se equivocó rotundamente asegurando que fueron versiones periodísticas las que lo involucraron en este asunto cuando la realidad es que fue el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, un órgano superior a cualquier diario o una canal de televisión, el que lo  sacó a la luz.

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