Muchas caras conocidas, entre familiares y amigos desfilaron en el Museo de Arte Contemporáneo, con motivo del cierre de los festejos por los primeros 70 años en el arte de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, (UAQ), con el fin de compartir la historia de desarrollo y crecimiento por parte de los artistas que conforman esta engalanada exposición.
Desde que caminabas por las calles del centro, un poco antes de la hora citada, te dabas cuenta quiénes irían a la misma dirección, varios grupos se fueron acompañando a la entrada del recinto. Al llegar, la búsqueda y sorpresa de esos rostros que acompañaban esta esperada muestra artística presente en las salas; buscaríamos la oportunidad de reencontrarnos con compañeros de generación, felicitando a las o los amigos seleccionados en esta muestra.
La mejor forma de dar a conocer la historia de estos 70 años se encuentra dentro de estas salas, ya que cada participante, seleccionado o no, decidió a través de sus galerías, museos, o de manera personal, elegir la obra que mejor lo representa y con ello contar su historia dentro de este aniversario tan especial, para que a través de su trabajo, se sepa de qué está hecho, con el fin de que la persona que lo observe y mire su ficha técnica en caso de no saber quién es, logre darse cuenta si hay o no trabajo de calidad a lo largo de esta larga trayectoria, en estos artistas emergentes, consolidados, póstumos y profesores.
Pocas veces se ven dos artistas de larga trayectoria —y con los egos, bueno usted sabe…— en una misma sala, uno cerca de otro, si no me crees, ve, dime si alguna vez viste en algún otro lugar un Santiago Carbonell con un Jordi Boldó, en el mismo lugar y hasta una de Omar Benitez, alias El Jamón.
Más adelante también encontramos a otros grandes artistas y amigos, como Jonatan Olvera y Luis Selem, pero para no hacer más spoiler, tienes que ir.
Hacía mucho que un museo no congregaba tanta gente como ahora logró hacerlo el MACQ, fueron cerca de 750 personas las que nos encontrábamos ahí, y la verdad es que en su mayoría íbamos por lo mismo, por la convivencia, el reencuentro y el morbo de quiénes eran todos los artistas presentes, para felicitar, honrar y sobretodo disfrutar de la noche, así como de la música que nos acompañaba ayer, ensamble musical FAzz trío, quienes nos llenaron de buen ambiente, el baile no faltó y de la misma forma, todo lo visto ayer habla muy bien de esta nueva ola de artistas y amigos en común interesados en la cultura y gustos por el arte en nuestro estado, desde sus entrañas.
Espero no tengan que pasar otros 70 más para volver a reunir a excompañeros y grandes amigas, en mi caso, como: Miriam Uribe o Vanesa Robles, así como a: Margarita Ladrón de Guevara, Hugo Camacho, Laura Amador y Toño Romero, compañeros de a pie en medios, quienes quedaron satisfechos al ver la historia de grandes artistas que se han forjado en estos años, pero a quien más gusto me dio ver fue a Margarita, quien no quita el dedo del renglón y sigue al tiro en el mundo de la cultura en nuestro Querétaro.
Sin duda este cierre por parte de la Facultad de Artes ayuda a darnos cuenta sobre lo que somos, de dónde somos y nos deja ver los nuevos retos a los que deben afrontarse las nuevas generaciones, ya que gracias a las facilidades con las que se presenta ahora el conocimiento de viejas y nuevas técnicas, está al alcance de todos y con ello, mayor disciplina en lo que se hace para no quedarse a la mitad y seguir su verdadera pasión. La constancia de muchos de los que se miran en las primeras salas son ejemplo de esa disciplina con la que se debe trabajar si se busca llegar a algún lugar en el mundo del arte, las bases están puestas en la academia, sólo falta no perderse en el camino, para lograr con su constancia ser parte de los próximos 70 años de la Facultad de Artes, de la cual hoy en día me siento orgullosa por su transformación a favor del alumnado.
