México retoma el pasado, propone en presente y se rencuentra con el mundo. El gobierno mexicano proyecta su política exterior pero antes reconoce la validez de la trayectoria histórica y la labor diplomática. A diferencia de sexenios anteriores, no habla de una nueva política exterior, parte de la continuidad tradicional de una política de Estado y excluye los errores de los últimos años.

Se cumplieron 40 días del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. 30 años atrás, a los 40 días de la administración del presidente Miguel de la Madrid, su canciller Bernardo Sepúlveda comenzó a construir el proceso negociador de Contadora. México tuvo un papel fundamental para la paz en Centroamérica. Ahora concluye la XXIV reunión de embajadores y cónsules con un gran homenaje al aniversario de Contadora. Se rescata la historia para plantear los lineamientos futuros.

También en esta semana tuvo lugar el Foro México 2013, organizado por la OCDE, la CEPAL, el BID y el Banco Mundial. Cuatro de las principales organizaciones internacionales hicieron propuestas al nuevo gobierno para mejorar los niveles de vida de los mexicanos y rescatar el liderazgo del país en la región latinoamericana y en el mundo. Con la participación de funcionarios internacionales y mexicanos, de empresarios, académicos y organizaciones de la sociedad civil, se presentaron líneas concretas de acción y rutas para reinsertar a México en la economía, en la política, en la cultura y en la sociedad global.

El ánimo en la Secretaría de Relaciones Exteriores es otro. A pesar de que, como es lógico, el canciller José Antonio Meade viene con un equipo cercano de colaboradores, en la reunión anual de embajadores y cónsules se enalteció el trabajo de los miembros del servicio exterior de carrera y se resaltó la colaboración con quienes no forman parte del cuerpo diplomático. Se comenzó un trabajo conjunto que enriquecerá el replanteamiento de México en el mundo.

Esta primera reunión, sin duda será la más importante del sexenio, ya que delineó la estrategia que se seguirá en los próximos años. Se enfatizó el papel, labor, responsabilidad y oportunidad de quienes nos representan en el exterior. Una de sus principales encomiendas es la de prestigiar el nombre e imagen del país. El presidente Peña señaló que México estará abierto al mundo y a las experiencias de éxito de otros países: “Vamos a hacer que la política exterior contribuya al desarrollo interior”. Pidió al cuerpo diplomático representar a un país comprometido con la democracia, la libertad y el desarrollo sustentable. Les expresó su reconocimiento por ser los custodios de nuestros intereses en el mundo. Subrayó que así como es la hora de México, es también la hora de la diplomacia mexicana. Definió claramente que el fundamento de la política exterior son los principios contenidos en la Constitución. Con éstos quiere cumplir los cinco objetivos planteados desde su toma de posesión: lograr un México en paz; alcanzar un México incluyente; construir un México con una educación de calidad; un México próspero; y hacer de México un actor con mayor responsabilidad global. Debemos aprovechar el lugar estratégico de nuestro territorio para fomentar el desarrollo regional y el acercamiento mundial.

El canciller Meade dijo que en los años por venir se debe de trabajar de manera gradual, pero sostenida, para fortalecer la capacidad de acción del país. En especial porque las tareas de la Cancillería no se limitan a un solo sector. Tienen qué ver con todas las instancias de gobierno y en todos sus niveles. Esto sin duda conlleva la búsqueda de una coordinación de las acciones y actores mexicanos que participan en el exterior. Definió también los intereses nacionales por región. América del Norte: aprovechar las bases existentes para transformar una interdependencia compleja a favor de la prosperidad compartida. América Latina: encabezar procesos de diálogo político e integración económica. Europa: aprovechar la situación actual como oportunidad para fortalecer los vínculos con quienes se tienen fuertes lazos culturales. Asia-Pacífico: acercarse a los países con mayor pujanza económica y proyección internacional como socios estratégicos. África y Medio Oriente: ampliar la presencia, siempre rezagada, de nuestro país en la región. En el caso de la política multilateral, buscar soluciones compartidas a problemas comunes, y estar presentes en la construcción de las reglas internacionales.

La estrategia empezó y la semana concluyó con la ratificación de Eduardo Medina Mora como embajador en EU. Sí estará en la toma de posesión de Obama. Hoy la política exterior se dibuja, reinventa e imagina de nuevo.

Secretaria de la sección mexicana del Club de Roma

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