Haciendo honor a la sensibilidad que todo artista posee, Alex Krantzberg, realizó una subasta de su obra pictórica titulada “La muerte sigue siendo vida”, con la finalidad de donar lo recaudado a la fundación Huellas que Trascienden.

Un gran telar en conjunto con un stand de este patronato fueron los encargados de darle la bienvenida a los invitados al Club de Industriales, que desde el primer instante quedaron impactados con las artesanías.

Mauricio Raigosa, presidente y fundador de la fundación destacó que en esta asociación se trabaja con mujeres indígenas de los altos de Chiapas, ayudándolas a emprender su propio negocio de café, artesanías o tiendas de abarrotes.

“Queremos que de alguna manera se rescaten todas las tradiciones que son ancestrales, incluyendo la lengua indígena, y que las nuevas generaciones se sientan orgullosas de hablar, tejer y del arte que están haciendo”, comentó Raigosa.

Por su parte, Krantzberg se dijo dichoso de poder ayudar. “Si la gente disfruta mis cuadros y me dicen que les gusta, con eso ya estoy hecho, y si puedo ayudar, para mí es mejor. Esperemos que con esta subasta salga beneficiada la fundación”, deseó.

Durante el evento se realizó un coctel, en el que los asistentes degustaron bocadillos que fueron maridados con vino tinto del estado, enalteciendo el sabor y distinción de los productos de la región.

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