Decidido a dejar huella en este mundo Christian León Miranda, originario de la Ciudad de  México y mejor conocido como “Charro”, se ha dedicado toda su vida a crear e innovar lugares que reflejen su esencia y que a su vez sean del gusto de las personas.

Desde los 15 años Christian notó su especial interés por la vida nocturna, salir con amigos a bares y antros se convertía en más que una noche de diversión, “Cada vez que iba a un lugar diferente analizaba como lo administraban, observaba la decoración, el servicio y todo lo que lo formaba. Era realmente inquietante para mí”, nos comenta.

Su primer trabajo fue como RP en la ciudad de Acapulco, desde ese momento “Charro” no se ha separado del mundo de los restaurantes y bares, pues desde muy joven decidió estar inmerso en el constante aprendizaje para lograr su sueño.

Con el paso del tiempo continuó laborando para la misma cadena de antros como garrotero, mesero, capitán, gerente y director, “Comencé desde abajo, además tuve la oportunidad de vivir en distintas ciudades como Monterrey, Puebla y Playa del Carmen”, expresa Christian

Caracterizado por ser creativo, innovador y arriesgado decide emprender con amigos un proyecto un tanto pop situado en La Condesa, Ciudad de México, otro en Cuernavaca y la última sucursal en el estado de Aguascalientes.

“Siempre estoy trabajando nuevos proyectos, he aprendido a crear y vender para que cuando se dé la oportunidad pueda estar realizando otro nuevo concepto”, nos platica el empresario.

Dichos lugares fueron traspasados dejándole a Christian las puertas abiertas para comenzar a trabajar con su propio estilo, Querétaro fue el escenario perfecto para introducir una onda alternativa con tendencias innovadoras.

“Mi primer lugar  solo fue en el 2008  con el nombre de La Milagrosa, yo traía todo el ambiente playero, así que al ver que no existían lugares con concepto tropical abrí las puertas de esta mezcalería”,  narra Christian.

“La Milagrosa fue un concepto basado en la Virgen de Guadalupe ambientado con música guapachosa, la idea era que al entrar te transportaras a un lugar tributo a una bebida mística: el mezcal”.

Más adelante crea el concepto  Sayulita, una antojería del mar  al mero estilo de la costa, en donde salsa, cumbia y bachata que encienden el ritmo de la noche mientras los asistentes disfrutan platillos típicos de la playa.

“Los lugares que he creado son conceptos que me da mucho gusto ver nacer y crecer, trato  siempre desarrollar bares o restaurantes en los cuales los clientes se sientan fuera de la ciudad”, explica nuestro  entrevistado.

Actualmente se encuentra concentrado en su más reciente proyecto, Salón Flamingo, el cual lleva un proceso de planeación de más de año y medio. El lugar, inspirado en Miami Vice de los años 50’s, abrió sus puertas el 1 de diciembre de 2016 con altas expectativas como el primer salón de baile libre y música boogaloo en Querétaro.

“Me gusta viajar mucho, cada que lo hago voy viendo ideas, conceptos y tendencias, todo ‘lo echo a una licuadora’ y voy sacando mis propias creaciones. Hablando de Salón Flamingo busco traer toda esa onda latina fusionada con tambores africanos y sones cubanos”, dice este emprendedor.

Christian ha logrado cumplir sus metas gracias  a su entrega por brindar servicio de calidad a la par de crear espacios que la gente adopte como un lugar más allá de la fiesta, es decir, que decidan acudir para relajarse y olvidarse de sus actividades cotidianas.

“Charro” considera que este ambiente “es muy volátil, es un volado porque de repente puedes estar arriba y al otro día abajo. O bien por cualquier cosa puede acabar, hay que saber manejarnos bien, sin duda,  para posicionarte puede pasar mucho tiempo y ser bastante trabajo, para quemarte basta un día”. Ahora está al cien por ciento con Flamingo.

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