Existe un mercado negro de medicinas para VIH de sencillo acceso enredes sociales. Tan sólo con escribir palabras clave en los buscadores aparecen vendedores y compradores de estos tratamientos. Medicamentos controlados para el tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como Truvada, Atripla y Kivexa son ofrecidos en Facebook, Twitter y aplicaciones de citas, como Grindr.

En promedio, se ofertan hasta 75% menos que en su costo regular en farmacias, según cálculos elaborados por EL UNIVERSAL con el total de medicamentos encontrados en la red.

Excepto que los propios vendedores advierten que se tratan de pastillas por caducar. En otras ofertas se admiten que son pacientes que se quedaron sin ingresos y les sobran estos tratamientos.

“Tengo un frasco de Atripla, caduca en noviembre de 2019”, ofrece una persona. En otro anuncio, un usuario explica que le sobran: “Tengo para la venta darunavir, entrifovir y ritonavir. Los tengo porque me hicieron un cambio de medicación y me quedaron; los vendo, ya que estoy sin empleo y tengo una necesidad económica”.

Roberto es un joven de 19 años que vive con VIH, y durante 2 meses esperó a que el Hospital General de Zona del Instituo Mexicano del Seguro Social (IMSS) 197, de Texcoco, Estado de México, le surtiera una receta de efavirenz y Truvada.

En el primer mes que se quedó sin medicamentos logró que sus padres —un policía y una ama de casa— reunieran 12 mil pesos para adquirir este esquema, a través de una farmacia por internet.

Sin embargo, en el segundo mes ni él ni su familia consiguieron los recursos para seguir comprando el tratamiento por su propia cuenta. Roberto temió adquirirlos a través del mercado negro, así que optó por llamar diario a la clínica, poner un par de quejas y esperar a que llegaran los antirretrovirales.

Tras cuatro semanas de temer que el VIH que padece desde hace 2 años se convirtiera en síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), finalmente, el 29 de mayo le entregaron el medicamento completo en la farmacia del IMSS.

“Es una descompensación horrible. El mes pasado lo compré por fuera, lo pedí por internet, es un poquito caro. Yo tomo Truvada, que está aproximadamente en 10 mil pesos y uno que se llama efavirenz, que cuesta como 2 mil pesos. Me dan recetas cada mes, pero ya lo conseguí por internet”, explicó el joven, estudiante de Administración en la Ciudad de México.

En Facebook es posible encontrar una caja de Atripla, un medicamento para tratar el VIH que combina tres antirretrovirales: efavirenz, emtricitabina y tenofovir; cuesta hasta 900 pesos, pero con caducidad de febrero de 2020. En una farmacia esa misma caja alcanza los 15 mil 800 pesos.

Lo mismo ocurre con Kivexa, el nombre comercial de un fármaco que combina dos antirretrovirales: abacavir y 3TC. Una caja con caducidad de menos de un año de ese medicamento se ofrece por internet en 3 mil pesos, cuando su precio comercial es de 8 mil 600.

Otro antirretroviral que se comercializa en redes sociales en 68.4% menos que su precio comercial es Truvada, compuesto por efavirenz y emtricitabina. Esta pastilla es además la base del esquema de profilaxis exposición (PrEP, la terapia diaria introducida recientemente al mercado, la cual busca reducir el contagio de VIH. En Facebook hay quien lo vende entre 2 mil y 3 mil pesos.

La vigencia de los medicamentos para VIH que se encuentran en internet va desde noviembre de 2019 a mayo de 2020. Pacientes con este virus entrevistados por EL UNIVERSAL aseguraron que la caducidad de los medicamentos otorgados por el sector Salud es de hasta tres años y cada frasco dura 30 días.

En México, una familia destina apenas 1.63% de su ingreso a ciudados de la salud; su remuneración trimestral promedio es de 46 mil 521 pesos, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2016; sin embargo, el monto destinado para medicamentos es tan sólo de 760 pesos por el mismo periodo, lo que evidencia la necesidad de contar con un seguro de servicios médicos.

Bernardo Moreno, investigador en antropología médica y coordinador de proyectos especiales de Aids Healthcare Foundation (AHF) en México, aseguró que el riesgo de recurrir a mercados negros es que al paciente “le den gato por liebre”.

“[El problema es] que el medicamento que se consiga no sea original. Hay casos en que las personas cambian de antirretroviral. En vez de comprar, por ejemplo, Efavirenz compran cualquier otro que es más barato”, explicó el especialista.

En las aplicaciones de citas, el mecanismo varía. En la plataforma Grindr, definida así misma como “la más grande app para gente gay, trans, bisexual y queer” existen perfiles con títulos como “PrePgunta” en referencia al tratamiento PrEP, basado en Truvada.

En 2018, la Secretaría de Salud (Ssa) alertó sobre la probabilidad que entre 50 % y 90% de los medicamentos adquiridos por internet sean irregulares y contengan compuestos diferentes.

Por su parte, el titular de la dependencia, Jorge Alcocer, declaró en conferencia de prensa el pasado 27 de mayo que la cobertura de antirretrovirales actualmente es de 100% en todo el país. Una portavoz del IMSS aseveró que en esa institución “hubo un retraso, pero no desabasto”, al ser cuestionada sobre la existencia de estos fármacos.

Un paciente de VIH, atedido con el Seguro Popular, menor de 30 años y quien por seguridad pidió el anonimato, afirmó que en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) de Villahermosa, Tabasco, no existen antirretrovirales desde hace 15 días. Los medicamentos que él necesita cada mes son darunavir, ritonavir y Truvada.

Originario de Tabasco, el hombre no cuenta con el dinero para recurrir a la compra de su tratamiento por internet, por lo que interpuso una queja ante el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).

“Soy indetectable y creo que eso me ayuda. Tenía mi carga viral baja, pero pues las dos semanas que llevo ahorita sin medicamento… ya no sé”, expresó.

Para el coordinador de proyectos especiales de AHF en México, los efectos de interrumpir un tratamiento de antirretrovirales comienzan desde los primeros tres días y existe la posibilidad de generar resistencia.

“Aumenta el número de virus, y se pierde el estado indetectable, que es cuando al momento de hacer un conteo de partículas de virus en sangre, la máquina no lo puede detectar. Quiere decir que está perfectamente controlado y esta persona no puede transmitirlo teniendo relaciones sexuales”, refirió.

Datos proporcionados por la campaña Huachicol de Medicinas, donde se invitó a la ciudadanía a reportar la falta de medicamentos en instituciones públicas de todo el país durante el mes de mayo, arrojaron que 5% de las quejas provinieron de pacientes con VIH, siendo Atripla el tercer medicamento con más reportes de desabasto; el Seguro Popular fue el servicio con más escasez de medicinas para esta infección.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que el desabasto de medicamentos en el sector público se debe a que se modificó el esquema de compra para evitar la corrupción.

No obstante, EL UNIVERSAL publicó un reporte que la licitación 2019-2020 para la comercialización de fármacos estaba atrasada desde el 7 de mayo.

Una investigación realizada por este periódico en marzo pasado arrojó que en barios como Tepito, en la Ciudad de México, también existe tráfico ilegal de antirretrovirales, sólo que se realiza bajo pedido.

En México hay 81 mil 771 personas con VIH y 82 mil 303 con sida, según el último informe de Censida. Los estados con mayor registro de personas con el virus de inmunodeficiencia humana son la capital del país (17.3%), Veracruz (11.6%) y el Estado de México (7.9%).

EL UNIVERSAL solicitó la postura de la aplicación Grindr, pero no se obtuvo respuesta. Un portavoz de Facebook señaló que sus políticas prohíben la comercialización de medicamentos en la plataforma, por lo que eliminarán estos perfiles y contenido para mantener a las personas seguras.

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