En su segundo intento de lanzamiento, que se tenía planificado para este sábado 3 de septiembre, la NASA tuvo que aplazar nuevamente el despegue de la misión Artemis I. Según informó la agencia espacial esta decisión se tomó debido a una fuga de hidrógeno líquido que no pudo ser controlada.

"El director de lanzamiento canceló el intento de lanzamiento de Artemis I de hoy aproximadamente a las 11:17 am EDT. Los equipos encontraron una fuga de hidrógeno líquido mientras cargaban el propulsor en la etapa central del cohete Space Launch System (SLS). Los múltiples esfuerzos de solución de problemas para abordar el área de la fuga volviendo a colocar un sello en la desconexión rápida donde se alimenta hidrógeno líquido al cohete no solucionaron el problema. Los ingenieros continúan recopilando datos adicionales", señaló en un comunicado la agencia espacial. 

El pasado 29 de agosto, cuando se intentó hacer el lanzamiento por primera vez, un problema relacionado al combustible, junto con otros inconvenientes técnicos, llevó a aplazar el envío del cohete SLS y la cápsula Orión al espacio.

Según explica Juan Francisco Puerta, profesor de ingeniería aeroespacial de la Universidad de Antioquia, lo que ve es que la NASA está lidiando con un escenario más complejo del que esperaban y enfrentando problemas relacionados al combustible que no pudieron prever.

Puerta y otros expertos consultados por EL TIEMPO aseguran que es normal que se pospongan lanzamientos de este tipo, aún más en el caso de Artemis I, pues la inversión en el cohete ha sido de más de más de 4 mil 100 millones de dólares, por lo que la Nasa no puede arriesgarse a que existan errores en ninguna de las partes del proceso de enviarlo al espacio.

En el caso del combustible, dice el experto, lo que se ha encontrado la agencia espacial es que en el proceso de llenado el hidrógeno líquido se ha escapado. "Como el hidrógeno líquido tiene menos densidad que el agua entonces se fuga por cualquier espacio pequeño que encuentre. Entonces eso es de lo que están dándose cuenta", enfatiza el experto.

Para él, si bien lo que se espera es que el siguiente intento de lanzamiento sea  el próximo 5 de septiembre, es probable que la Nasa decida esperar aún más mientras solucionan los inconvenientes que se les han venido presentando y que han identificado en el proceso previo al lanzamiento, denominado 'wet dress rehearsal', que es donde han visto estos inconvenientes con el combustible.

La posibilidad de que la misión sea lanzada hasta octubre aumenta aún más si se tiene en cuenta que es probable que el arreglo que requiere el cohete no se pueda realizar directamente en la plataforma de lanzamiento donde está actualmente instalado, si no que deba ser trasladado al edificio de ensamblaje de vehículos de la NASA.

Puerta finaliza señalando que ante este nuevo reto de un cohete tan costoso que es enviado por primera vez al espacio, la Nasa tal vez ha manejado de manera inadecuada las expectativas de las personas, teniendo en cuenta que no es extraño que un lanzamiento se cancele y más cuando es un cohete que apenas se está probando.

"Creo que la Nasa no manejó bien las expectativas de la gente. Al final de cuentas lo que importa es que todo salga lo mejor controlado posible. Es bueno pensar en esos temas, es decir la divulgación de estos temas es importante pero debe tener expectativas más reales", enfatizó.  

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