El vegetarianismo no es una moda, es una filosofía de vida basada en el respeto por los animales. La primera sociedad vegetariana se constituyó hace casi dos siglos y en occidente comenzó a tomar auge después de la segunda mitad del siglo veinte. Quizá parezca moda porque la gente hoy tiene más conciencia sobre lo que come, aunque también la  —excesiva— proliferación de productos “veganos” hacen ver este movimiento como una tendencia.

¿Es bueno ser vegetariano?

En la nutrición no hay blancos ni negros, por tanto es difícil —e irresponsable— definir un régimen de alimentación como “bueno o malo”, son muchos los factores a considerar para determinar cuál es la mejor dieta de acuerdo a gustos, necesidades y requerimientos.

Las dietas a base de plantas están asociadas con niveles más bajos de obesidad, un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y una disminución en la presión arterial, sin embargo, los productos de origen animal aportan importantes nutrientes necesarios para mantener una buena salud.

La posición de la Asociación Americana de Dietética, es que la dieta vegetariana (y vegana) cuando se planifica adecuadamente, es nutritiva y puede proporcionar beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades, no obstante mantener un buen equilibrio no es fácil, por lo que las personas que desean llevar a cabo un régimen de este tipo, deberán asesorarse con un nutriólogo para evitar efectos adversos.

Nutrimentos a cuidar

Las dietas vegetarianas suelen ser carentes de proteína, ácidos grasos omega 3, hierro, zinc, yodo, calcio y vitaminas D y B12. 
Considera que los suplementos y los alimentos fortificados pueden ayudar a cubrir la ingesta diaria recomendada de estos nutrimentos.

Considera que una dieta vegetariana mal llevada puede hacerte ganar peso, tener deficiencias de nutrimentos, aumentar los triglicéridos y descontrolar los niveles de glucosa.

Tendencia al flexitarianismo

El flexitarianismo es un estilo de alimentación basado en vegetales pero —como su nombre lo indica—  flexible al consumo moderado y ocasional de alimentos de origen animal. Esta tendencia es la más recomendada por los profesionales de la salud pues está vinculada con beneficios en la presión arterial, el peso corporal, niveles más bajos de colesterol LDL o “malo” y riesgo reducido de diabetes tipo 2, también puede funcionar como tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales, como laenfermedad de Crohn.

Considera que en ningún tipo de dieta caben los alimentos ultraprocesados, el consumo de harinas refinadas, sodio y azúcares añadidos debe evitarse en cualquier plan de alimentación.

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