Los niños muchas veces no tienen las herramientas para expresar verbalmente que están deprimidos y pedir ayuda. Suelen manifestar que están aburridos, que tienen dolores físicos, se muestran tristes, llorosos o fastidiados. En casos más graves hablan sobre situaciones que ocurrirían cuando “ellos no estén” o expresan escenas de muerte en sus dibujos.

Así resume la doctora Jacqueline Cortés Morelos, paidopsiquiatra del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, las señales de la depresión en la niñez. Tanto niños como adolescentes pueden padecer este trastorno, desde las formas leves hasta la más severa.

Cómo reconocerlo

Un adolescente o niño deprimido experimenta una tristeza que dura casi todo el día y casi a diario a lo largo de por lo menos dos semanas, además presenta al menos cinco de los siguientes síntomas: incapacidad para disfrutar lo que antes le daba placer, alteraciones en el apetito, alteraciones en el sueño, baja autoestima, falta de seguridad, falta de autoconfianza, alteraciones en la concentración o en la memoria, enlentecimiento de sus movimientos, falta de energía, llanto fácil y síntomas de ansiedad. En los casos más graves se presentan ideas de muerte o conducta suicida.

La especialista explica que en niños y adolescentes, muchas veces la tristeza está sustituida por irritabilidad o enojo que expresan a través de agresividad verbal, física o psicológica que proyectan a otros o a hacia ellos mismos.

Víctimas de bullying

La consecuencia más grave y fatal de no atender la depresión es el suicidio. Los adolescentes son impulsivos y pueden intentar quitarse la vida e incluso los niños mayores de 8 años, que ya tienen consciencia de la muerte pueden intentarlo.

La doctora Cortés alerta que los niños o adolescentes con depresión son más vulnerables a ser víctimas de bullying u otras formas de abuso, ya que las ideas de minusvalía los hacen sentirse inseguros, indecisos, incapaces, feos o tontos. Esto tiene un impacto muy fuerte en sus relaciones sociales, especialmente si se considera que para los jóvenes es muy importante el ser aceptado por sus pares.

En el área académica es común que bajen su rendimiento porque hay afectaciones en la concentración, en la atención y en la memoria. El problema es que por lo general se piensa que un niño o adolescente deprimido sólo tiene problemas de conducta.

La depresión en etapas tempranas afecta las esferas la académica, familiar o social, por lo que es una alerta para que los padres busquen la ayuda de un especialista. En el evento Enfrentar la Depresión, que se llevará a cabo en Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM y el Museo de la Luz, del 25 al 27 de junio, podrás acceder a más información. Consulta las actividades en www.ciencia.unam.mx

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