Restauranteros esperan que este fin de semana largo se logre una derrama económica por más de 3 millones, lo que significaría alcanzar 15% de la generada en 2019, indicó Octavio Mata Rivera, presidente por Querétaro de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).

Tanto el Buen Fin como el puente por la Revolución Mexicana provocan, tradicionalmente, una bonanza para el sector, pero en esta ocasión existen factores que llevarían a que la afluencia no sea igual que en periodos anteriores, entre ellas la pandemia, la necesidad de respetar aforos y la preocupación que pueda desencadenar la información que sobre el Covid-19 genere el gobierno federal.

La población está al pendiente de las conferencias nocturnas del subsecretario de Salud, de tal forma que cuando en estas se habla de incrementos en contagios o pronósticos no favorables, ese fin de semana disminuye la asistencia a los restaurantes.

“Los anuncios que hace no nos ayudan en mucho, la gente se queda un poquito espantada y no sabemos cómo va a reaccionar este viernes, por eso les he pedido [a los agremiados] ser cautelosos, ser muy cuidadosos en los protocolos y esperar indicaciones e información que nos manda la Federación”, señaló.

El que los comercios fomenten las ventas en línea tampoco abona, toda vez que una de las importantes causas del repunte de usuarios en los restaurantes ubicados en centros comerciales era por personas que acudían a ellos después de realizar sus compras.

“Para el martes, esperemos ya poder sacar las cifras que nos deje como derrama este fin de semana largo, que nos deje con este Buen Fin”, indicó.

Es derivado de los diferentes factores que la esperanza de los agremiados a la Canirac radica en alcanzar, al menos, ventas por 15% de los 25 millones de pesos de derrama económica que se generó el año pasado, lo que significaría 3 millones 750 mil pesos.

La fecha se toma con cautela y se hace un llamado a los agremiados para extremar precauciones para evitar que dentro de los restaurantes pueda haber contagios. Lo peor que podría ocurrirles sería que Querétaro regresara al color rojo del semáforo epidemiológico y, con él, a un nuevo cierre obligado.

Dijo tener confianza en que los restauranteros agremiados han extremado precauciones para tener un panorama positivo, que permita continuar avanzando al color verde en el semáforo.

“De los afiliados a la cámara, solamente uno [ha recibido llamadas de atención]; fue una observación menor, para la separación de mesas, eso nos tiene muy contentos. La información que estamos arrojando, día a día, a todos los asociados, les está sirviendo para no tener ninguna complicación”.

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