La asociación de Empresarios y Trabajadores de Discotecas, Bares y Restaurantes de Querétaro, urge reglas claras en inspecciones, para evitar que los agremiados continúen enfrentándose a suspensiones cada semana, declaró Emilio Lugo García, presidente del organismo.

Fue hasta el uno de septiembre cuando se anunció que antreros podían brindar sus servicios; desde entonces son ya 25 los afiliados que volvieron a abrir sus puertas, pero a 22 de ellos se les han aplicado suspensiones.

Se trata de situaciones que, consideró, pudieron haberse previsto. Los propios inspectores, dijo, no se ponen de acuerdo respecto a los lineamientos que deben seguirse en los establecimientos, toda vez que derivado de la visita de uno, el empresario se queda tranquilo, luego de que se le dijo que todo estaba en orden, mientras que, en una visita posterior, otro inspector le dijo que todo se hace mal.

“Estamos de acuerdo, totalmente conscientes de que la revisión y las medidas deben de ser estrictas, pero creo que los criterios de los inspectores ya están siendo diferentes, porque hoy te revisa uno, mañana te revisa otro y cada quien trae una idea: uno te dice que estás bien y al otro día llega otro y te dice que está todo mal y vienen las suspensiones”.

Cada suspensión de actividades obliga a mantener el negocio cerrado de 7 a 15 días, lo que afecta aún más la ya dañada economía, declaró al recordar que los antreros tienen deudas, poco personal, aún tiene que pagar licencias y a todo eso se suman 7 meses de inactividad.

“Esperamos que se haga una reunión con las autoridades para poder homologar y crear una idea de cómo van a hacer las inspecciones y que todos estemos en el mismo canal”, señaló.

Estimó que El Buen Fin, en lugar de ayudar a los afiliados provocó que se endurecieran las penas. “Con nosotros no ha cambiado nada, al contrario, se han hecho más recias las inspecciones, y las suspensiones para los establecimientos… La verdad, Buen Fin para nosotros no fue, la verdad estuvo difícil”.

Los antreros tienen total interés en colaborar con la implementación de protocolos, pero requieren reglas claras.

Conforme se reduzcan los contagios será posible avanzar en el semáforo epidemiológico y, por tanto, aligerar las restricciones.

Mientras que a los antros cada vez se les exige más, hay plazas comerciales llenas, y exceso de asistentes en eventos sociales.

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