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Reforma fiscal, buenas intenciones

Reforma fiscal, buenas intenciones
31/01/2014 |01:33
Redacción Querétaro
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La reforma fiscal, sobre todo las nuevas disposiciones para el Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos), es una iniciativa de “buenas intenciones”, pues en el inicio de su implementación ha generado una mayor incertidumbre en el sector productivo, aseguró el catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), César Augusto Lachira Sáenz.

Advirtió que ha resultado difícil el cumplimiento para los contribuyentes, ya que muchos de estos no cuentan con el conocimiento, ni con las herramientas tecnológicas para atender los cambios de ley, que incluyen la emisión de los comprobantes fiscales digitales.

Lo anterior podría derivar en pérdidas para los negocios, por el incremento en los costos de operación, así como en el aumento de la actividad informal, reconoció.

“La intención es buena y eso es saludable, sin embargo, como muchas veces ocurre, queremos cambiar el paradigma, pero no tenemos el adiestramiento, no tenemos la tecnología, ni el adecuamiento y eso le está creando un problema a las personas que estaban dentro del régimen intermedio y del régimen del Repeco”, mencionó en entrevista.

Lachira Sáenz reflexionó que la reforma tributaria afectó a la población en términos generales, debido a que a partir de ésta, junto con otras disposiciones en algunos precios, se ha presentado una mayor inflación, la cual no va de la mano con el aumento salarial promedio.

“Estuvimos con una inflación de 4.5%, que fue una inflación alta, frente a un salario que subió 3.9%, de entrada el primer mes del año”.

“Entonces, es un poco contradictorio cuando se habla que el estado dice que está preocupado en combatir el hambre y la pobreza extrema, cuando sus medidas económicas se orientan a llevar a la gente a esa pobreza”, puntualizó.

Comentó que la migración de las personas que están en el régimen intermedio o en el de Repecos, al Régimen de Incorporación Fiscal (RIT), ha creado mucha incertidumbre, también debido a la falta de una cultura tributaria.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) no cuenta con la capacidad suficiente para atender la demanda de los contribuyentes, tanto en su plataforma tecnológica, como en sus oficinas, expuso.

El especialista reconoció que en el pasado “se evadió mucho al fisco”, a partir del régimen de los Repecos, sin embargo, se debió elaborar una estrategia mucho más sencilla para incorporar al RIF a los pequeños contribuyentes, así como a quienes laboran en la informalidad.

“El propósito de la ley, es bueno, teníamos que ampliar la base fiscal. Sí tenemos en primer lugar que combatir la evasión y la elusión fiscal, que se daba casualmente a través de los Repecos, gente que tenía mayores ingresos hacía doble facturación”, explicó.