Ante el clima de inseguridad en varios estados del país, Querétaro se ha convertido en uno de los principales destinos de inversión y reubicación de operaciones de empresas estadounidenses presentes en México, aseguró Tom Gillen, presidente del Comité de Seguridad de la Cámara de Comercio Americana (AmCham).

Al presentar el sondeo anual sobre Seguridad Empresarial en México, el directivo precisó que entre los 531 encuestados de diversos sectores, al preguntarles si realizaron traslado de una parte o toda la operación dentro de México pero en diversas regiones por razones de seguridad, 70% dijo que no y 5% aceptó haberlo hecho, siendo Nuevo León, Distrito Federal, Estado de México, Tamaulipas y Coahuila los que más migración registraron.

Por el contrario, Distrito Federal, Nuevo León, Querétaro, Yucatán, Baja California y Estado de México, encabezan la lista como destino de nuevas ubicaciones y aclaró que este resultado y duplicidad de entidades, obedece a la percepción de cada empresa, pues mientras en unos se van, en otros llegan.

“Querétaro fue el único estado tuvo saldo a favor, ya que 30% de los encuestados indicaron que se desplazaron ahí y ninguno reportó haber salido”, precisó.

Las zonas geográficas de mayor preocupación en materia de seguridad aparecen Nuevo León, Tamaulipas, Distrito Federal, Estado de México, Chihuahua, Michoacán, Coahuila, Jalisco, Veracruz y Guerrero. Pero una preocupación extra es referente a las áreas donde más instalaciones tienen, destacando Nuevo León, Distrito Federal, Estado de México, Jalisco y Querétaro.

En cuanto a mudarse al extranjero, la mayoría de las empresas (68%) señalaron que no trasladarán ni han considerado reubicar sus operaciones en otro país por razones de seguridad, pero 2% si lo ha llevado a cabo, migrando a Estados Unidos, Canadá, Chile y un país asiático.

El estudio también refleja que las extorsiones y violaciones a instalaciones de empresas estadounidenses en México crecieron en 100% y 70% respectivamente, además de registrarse migración de operaciones dentro y fuera del país como consecuencia de la inseguridad.

“Las extorsiones aumentaron de 18% a 36% y las violación a instalaciones de 14% a 24% comparado con el año previo y los ataque durante la transportación disminuyeron de 40% a 31%, al igual que las agresiones o amenazas a los empleados al pasar 58% a 41%, aunque sigue siendo un porcentaje alto”, agregó.

Gillen precisó que 84% de los encuestados consideran que su empresa es igual o más segura que en 2011, pero lo atribuyen a sus propios esfuerzos, seguidos del trabajo de las autoridades, mientras que quienes perciben un deterioro (13%), lo consideran resultado de la corrupción, la impunidad y al crimen organizado.

El informe desglosa que el 28% de las empresas reportó haber sufrido menos de 3 asaltos a la cadena de suministro, 8% de 3 a 5 y, 11% padeció más de 5 incidencias y de los entrevistados cuyas empresas sufrieron ataques a la cadena de suministro, 33% señaló que representó una pérdida por menos de 1 millón de dólares, mientras que el 4% perdió entre 1 y 5 millones de dólares.

La inversión en medidas de seguridad representa para las empresas un gasto de 4% de sus costos operativos totales, por aplicar mecanismos de seguridad.

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