La productividad laboral en el país registra una tendencia decreciente en línea con el menor dinamismo de la actividad económica. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en el primer trimestre de 2013 el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE) , que resulta de la relación entre el Producto Interno Bruto a precios constantes y el factor trabajo de todas las unidades productivas del país, fue de 98.6 puntos, nivel 0.2% inferior al de igual periodo de 2012. Destacó el descenso de la productividad en el sector industrial, sobre todo en el de la construcción. “La caída en la productividad confirma que la desaceleración de la economía es mayor de lo esperado y que ya está afectando la capacidad laboral en México”, expuso José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey. De acuerdo con datos del Inegi, la productividad laboral asociada a las actividades secundarias bajó 2% anual hasta marzo y en las actividades primarias disminuyó 0.3% Por sectores, en las empresas constructoras cayó 3.1% y en los establecimientos manufactureros se estancó. En contraste la productividad de las actividades terciarias se elevó 1% anual en el primer trimestre del año. En el sector terciario, la productividad decreció en el comercio al por mayor y al por menor, 9.3% y 4.5% anual respectivamente. Cifras desestacionalizadas indican que el IGPLE con base en horas trabajadas bajó 0.55% en el primer trimestre de este año respecto al trimestre anterior. De la Cruz explicó que el entorno global de una menor demanda, de alto desempleo y menor consumo e inversión implica una desaceleración de la producción y una mayor capacidad ociosa. Agregó que si la productividad continúa disminuyendo, se verán reducciones adicionales en las plantillas laborales. El analista explicó que la productividad es el uso eficiente de los recursos con que cuenta un país, es decir, la inversión fija en maquinaria y equipo; tecnología; inversión en educación y capacitación, es decir el capital humano. Rafael Álvarez Caborno, presidente de la firma Talento Humano Global, dijo que el éxito de un país está en la eficiencia con que se administran los recursos, de los más importantes: el talento —capital humano—, detonante de innovación. El ex secretario general del Consejo de Normalización y Certificación de la Competencia Laboral (CONOCER) agregó que en la actualidad de cada 100 personas que entran al sistema educativo, seis egresan y de ellos, sólo tres desempeñan su profesión. “Esto limita la productividad, por lo que se requiere de medidas no aisladas que doten las competencias de las personas que les permitan incorporarse eficientemente al mercado laboral”. El especialista sugirió implementar un modelo de competencias cruzado con el catálogo de ocupaciones que requiere el país, donde se vincule la educación con el aparato productivo, reconociendo además, la educación no formal. De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF), unos de los elementos que restan atractivo a México con relación a otras naciones es la calidad educativa y poca eficiencia en el uso del talento. De acuerdo con el Inegi, la productividad laboral, denominada también productividad del trabajo, se mide a través de la relación entre la producción obtenida o vendida y la cantidad de trabajo incorporado en el proceso productivo en un periodo determinado.

Google News