La economía mexicana se encuentra en medio de un contexto internacional de lento crecimiento.

Con el fin de impulsar su reactivación, los principales bancos centrales del mundo han impulsado una política monetaria laxa, que ha traído como consecuencia el predominio de bajas tasas de interés, lo que se ha constituido en el principal factor de distorsión en los mercados financieros internacionales, incluyendo el mexicano, explicó Rodolfo Campuzano, director de estrategia y gestión de portafolios de Invex Banco.

Reconoció que el inicio de año fue muy malo para la economía mexicana debido, principalmente, al efecto de la reforma fiscal sobre el mercado interno y el débil desempeño de la economía estadounidense.

Sin embargo, para la segunda mitad se espera un mejor desempeño, para alcanzar una tasa de expansión de 2.3%, lejana a la meta oficial de 2.7%.

Los factores que van a contribuir a este mejor desempeño serán el crecimiento de las exportaciones, el repunte de la actividad manufacturera y la recuperación del sector de la construcción, además de un gasto público más dinámico. Todo ello en medio de una baja inflación y poca volatilidad en el tipo de cambio, dijo el especialista.

Para 2015 se espera una reactivación de la economía mexicana con un crecimiento proyectado de 3.5%. En su opinión, las empresas que operan en el país ya están muy activas adecuándose a los cambios que han generado las reformas.

Las compañías están aprovechando las bajas tasas de interés para dar valor agregado a través de fusiones o alianzas.

Por ahora no hay razones para pensar en un peso débil, agregó Campuzano. México va a recibir dólares en el futuro, tiene una cuenta corriente totalmente financiable por factores fundamentales, las remesas y la inversión extranjera van a seguir al alza, además el gobierno no tiene un déficit fiscal elevado.

El movimiento de tipo de cambio va a estar relacionado con flujos de inversión de cartera y con la política monetaria del Banco de México, afirmó.

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