Petróleos Mexicanos (Pemex) estima que en un plazo máximo de nueve años va a revertir el deterioro de sus finanzas y lograr que la utilidad neta negativa que ahora presenta de un billón 192 mil millones de pesos alcance un saldo positivo por 585 mil millones en ese periodo.

En ese mismo lapso también calcula cambiar el actual balance negativo de 757 mil millones de pesos a uno positivo por un billón 323 mil millones, y recuperar el patrimonio que ahora es negativo en 2 billones 102 mil millones, a uno favorable por 17 mil millones de pesos.

De acuerdo con el Plan de Negocios 2016-2020 de Pemex, aprobado por el Consejo de Administración el pasado 16 de diciembre durante la Sesión 903 Extraordinaria y cuya copia posee EL UNIVERSAL, la estrategia que debe seguir la empresa productiva del Estado descansa en vender todo aquello que no resulte productivo; enfocarse únicamente en las operaciones que generan mayor valor a la empresa; abandonar aquellas actividades que no sean rentables y acelerar las alianzas y asociaciones.

Estas estrategias, según el documento, están soportadas con los principales proyectos de inversión y de mejora tecnológica, así como en los campos petroleros con menores costos que actualmente aportan la producción nacional y los excedentes para la exportación, los cuales se van a fondear tanto con recursos propios como con los provenientes de las asociaciones y otros mecanismos de ejecución.

Se cuenta con una estrategia transversal del corporativo orientada a mejorar el uso del recurso, mediante el ajuste de personal y reduciendo sustancialmente gastos como viáticos, eliminando prestaciones económicas al personal de confianza.

Las estrategias de las cinco empresas productivas subsidiarias (Transformación Industrial; Perforación y Servicios; Logística; Etileno, y Fertilizantes) se van a orientar a la generación de valor económico y rentabilidad para Pemex, que por un lado soporten la operación de la empresa y por otro incrementen la cadena de valor a productos de mayor cuantía.

Advierte riesgos. La empresa productiva del Estado advierte en su plan que “existen riesgos estratégicos y comerciales, que en caso de materializarse pueden obstaculizar el logro de las metas planteada”.

Entre algunos de los riesgos identificados “en los que Pemex buscará tener especial atención son: la prolongación en los precios bajos del petróleo, la entrada de competidores, que los programas de licitaciones de rondas sean de alcance limitado y el incremento en el costo del financiamiento, entre otros”.

En la reunión del Consejo de Administración de Pemex del próximo viernes se decide en qué proyectos de inversión se van a concentrar los recursos de los próximos años y las áreas en donde debe ejecutarse el recorte presupuestal por 100 mil millones de pesos para este año.

Se analizan también los activos no productivos que deben desincorporarse y las áreas que va a abandonar la empresa.

El Plan de Negocios de Pemex 2016-2020 señala que la empresa petrolera busca aprovechar herramientas que le proporciona el nuevo esquema legal de la industria petrolera y la reforma energética para transformarse en una empresa competitiva en los mercados relevantes.

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