En los últimos dos años no se generaron las condiciones necesarias para tener un mayor crecimiento económico, lo que tampoco permitió que los salarios crecieran, e incluso el promedio de ingresos bajó de 4.4 a 3.5 salarios mínimos por trabajador, aseguró el presidente de la Coparmex, Juan Pablo Castañón.
Afirmó que el sector privado quiere generar un millón 200 mil empleos y aumentar más los salarios, pero no podrá darse si no se generan mejores condiciones para el crecimiento, porque no se puede gastar más si no se eleva el ingreso.
Se aprobaron las reformas, pero el reto está en aterrizarlas, ponerlas en práctica y bajar el costo país. El tema de la inseguridad preocupa, tanto que haya certeza jurídica como que no haya balaceras, se disminuya el secuestro y la extorsión, porque son temas que el Estado tiene que combatir vía los tres poderes y tres niveles de gobierno.
Un país tiene que crecer en tres pilares: El talento, que tiene que ver con la educación; tener condiciones económicas de prosperidad y un Estado de derecho, seguridad y justicia.
En lo económico hay dificultades, por ello hay que impulsar la economía interna, enfocarse a la pequeña y mediana empresa , porque cuando empieza a irle mejor a las empresas, se contrata más gente y se paga mejor. Hay interés por invertir en México, sobre todo donde dan garantías a la inversión.
Es algo que ya sabíamos. Evidentemente hubiéramos querido un crecimiento superior. Regresar a crecimientos de 4% del país. Eso es por lo que tenemos que luchar. Queremos generar un millón 200 mil empleos y ofrecer cada vez mayores salarios.
Sostenemos que podemos crecer entre 3% y 3.5%; para crecer más necesitaríamos reactivar el mercado interno, porque las reformas no nos van a dar crecimiento en 2015. Por eso insistimos que la política pública fomente el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas y la inversión, que es la única forma sostenible de expansión.
La generación de empleos e incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores. En los últimos 30 años en la economía formal se incrementó el poder adquisitivo, ya que antes 70% ganaba un salario mínimo, ahora más de 95% ganan de 2 a 3 veces un mínimo
Desafortunadamente las condiciones de los dos años anteriores no nos han permitido crecer en salarios y el promedio ha bajado a 3.5 salarios mínimos, menor al 4.4 de antes.
El aumento salarial tiene que ir aparejado con que el país pueda crecer. Es como una familia, no puedes dar más a tus hijos, si no ganamos más. No hay mejores vacaciones si no aumenta el ingreso de la propia familia.
¿Cuánto podemos dar? En la medida en que podamos crecer. En la medida que vayamos creciendo económicamente podemos crecer el pastel y repartirlo mejor. Hay un problema en la referencia del salario mínimo para desvincularlo. Y sabemos que debe haber un incremento en términos absolutos del salario, pero debe ir aparejado con que las empresas tengan oportunidad de crecer e invertir.
En la medida que generes valor, la responsabilidad de una empresa es repartir el valor, pero es irresponsable repartir sin generar valor. Si no creces y repartes estás destinado a fenecer y eso sería irresponsabilidad porque habría pérdida de empleos.
Estamos en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para desvincular los salarios y que el efecto se refleje en mejores salarios para los trabajadores.
Insistimos en un paquete fiscal que no erosione las finanzas públicas. No pensamos en grandes cambios fiscales, sino en pequeños, pero dirigidos, como la aceleración de la deducibilidad de las inversiones. Esto genera un ingreso fiscal mayor y es inversión suficiente para acelerar el crecimiento económico.
Sin mucho sacrificio fiscal, apostándole al futuro, podemos alcanzar mejores indicadores de crecimiento. Junto con el motor de las exportaciones, el turismo y la vivienda, si apuntalamos a la pequeña y mediana empresa en los mercados locales. Si la banca de desarrollo genera programas para reconversión tecnológica en empresas, esto agilizará el crecimiento.
Nunca es mal tiempo para detonar y fortalecer la economía interna. Se puede dinamizar más rápido a la economía a través de la inversión privada si se le motiva e incentiva. Y no se trata de privilegios, sino dar incentivos para que se comprometa a generar empleos y de valor. Si hay trabajo, habrá más consumo y se reactivará la economía.
Nos referimos a la deducibilidad inmediata. La condonación de impuestos de las grandes empresas debe analizarse, antes de hacer un juicio de valor. Se podría pensar que hay un privilegio, pero en muchas ocasiones el fisco finca impuestos o gravámenes de manera equivocada, es cuando se inicia una discusión entre las empresas y el fisco y éste último termina haciendo un reconocimiento de que probablemente se equivocaron al abrirles créditos fiscales.
Puedo asegurar que en muchos de los casos las empresas tenían razón. No es que les regresen impuestos, o les regresan el IVA o lo que les pensaban cobrar, no se pedirá porque era incorrecto. Cualquier persona tiene derecho a acogerse a la ley.
Donde hubiera una negociación obscura tendría que salir a la luz para que contribuyamos a la transparencia del país. Cuando hay razón para la condonación, también tiene que saberse por la honorabilidad de empresas.