¿Tienes una entrevista de trabajo? Más vale que te prepares. Hay cosas que pueden darte o restar puntos frente a tu entrevistador. Los reclutadores de recursos humanos tienen muy bien identificadas las actitudes, frases e incluso los movimientos corporales que denotan compromiso y cualidades por parte del aspirante, pero también saben identificar las que no.

Empieza por saber que hay una premisa en el diálogo con el reclutador: debes decir la verdad. Aunque algunos especialistas reconocen que hay espectos que muchas veces pueden omitirse en una entrevista, tales como si tuviste algún incidente violento en la juventud, por ejemplo, los expertos coinciden mayormente en que tienes que ser sincero durante la charla.

Además de la ética que implica hacerlo, también estás arriesgándote a que tus entrevistadores se den cuenta de la mentira y te descarten no sólo para ésta, sino para futuras vacantes.

“Es nuestra labor entrevistar, así que tenemos todas las técnicas para darnos cuenta de que un candidato está mintiendo”, asegura Fabricia Antúnez, gerente ejecutiva de la agencia de reclutamiento Page Personnel.

Tú mientes. Todos mentimos

La mayoría de las personas no dice la verdad en charlas cotidianas al tratar de parecer competentes y simpáticos. Al menos eso demostró un estudio de la Universidad de Masachusetts.

Otra investigación de esa universidad sostiene esta teoría y especifica que 81% de las personas no dijo la verdad durante una entrevista de trabajo, siendo los más extrovertidos los que decían más mentiras, según los investigadores Brent Weiss y Robert S. Feldman. Los participantes dijeron un promedio de 2.19 mentiras durante un diálogo de 15 minutos.

“Puede ser una cosa chiquita, como decir que hicieron un proyecto solitos, y lo hicieron con compañeros, o que asumieron la responsabilidad de un área, y estaban en una posición no estratégica; pueden ser mentiras sobre su sueldo o sobre un idioma que dominan, y que son mentiras muy sencillas de descubrir”, sostiene Fabricia. Según cifras de Page Personnel, 70% mintió en una entrevista de trabajo.

Junto a la sinceridad, viene la conciencia de sí mismo, y esto quiere decir que reconozcas qué haces bien, pero también en qué puedes mejorar.

En cuanto a lo primero, sé claro y conciso. No divagues sobre tus competencias. Concreta varios puntos en los que eres bueno y explícalos con números. ‘Logré aumentar las ventas 30%’, “logré un ahorro para la empresa de 40%”. Siempre tienes que dar datos que sean cuantificables.

Seguramente te han preguntado qué es lo que puedes mejorar de ti, y respondes que debes dejar de ser tan perfeccionista. ¡No lo hagas! Una gran parte de entrevistados lo hace, pero seguramente tienes otras áreas en las que puedes ser mejor, así que debes de tener la suficiente conciencia y honestidad para decirlas cuando te pregunten sobre qué áreas de oportunidad tienes, sostiene Fabricia.

Sé tú

Quizá sea mucho lo que tengas que cuidar, pero no olvides nunca ser tú mismo. “Si te contratan por actuar como alguien más, tú y tu empleador estarán insatisfechos”, sostiene un documento del Virginia Tech.

En este sentido, tómate un tiempo para hablar de tus valores. Hay una frase de la reclutadora que puede resumir la importancia de éstos: “Contratamos por competencia pero despedimos por comportamiento”.

¿Qué quiere decir? Que es mucho más sencillo que te despidan por deshonestidad o alguna otra actitud negativa, que por no saber hablar inglés.

Así que comienza a hablar de tus valores como persona; seguramente serán honestidad, respeto, etcétera. Valores muy parecidos a los de la empresa a la que quieres entrar. Para conocer ésta y otra información importante, estudia quién es y qué hace la organización a la que le pides trabajo.

Los especialistas coinciden en que antes de asistir a la entrevista, debes haber investigado sobre la compañía. No se vale irte enterando de quiénes son y qué hacen en el momento de estar frente al reclutador.

Cuando hables con tu entrevistador procura hacerlo en positivo, incluso cuando hables de tus debilidades.

Es recomendable también que prepares algunas preguntas para tu entrevistador al final del encuentro. Puedes preguntar acerca de la compañía y sus planes a futuro, acerca de tu posición, etcétera, señala la National Careers Service, un sitio auspiciado por el gobierno del Reino Unido.

Esto demostrará que tienes interés en el puesto y en la empresa. Sé honesto sobre tus expectativas a futuro y tus planes, a ellos no les gustará que abandones el trabajo a los tres meses porque en realidad tenías planes para viajar al extranjero, por ejemplo. Esto podría cerrarte puertas de por vida.

Llega temprano

Cuida que tu vestimenta sea formal de negocios, haz contacto visual y sé atento y respetuoso con el reclutador y en general, con todos a lo largo de todo el proceso.

Hay algunas técnicas de entrevista en las que aunque tú no lo sepas, se aseguran de que fuiste cortés y respetuoso; no sólo con tu reclutador sino con todo el personal, secretaria, intendencia y todo el que se cruzó en tu camino.

Sé entusiasta y alegre, y recuerda que de alguna manera, ya le gustas a quien te está entrevistando.

Así lo explica la University of New South Wales: “Los empleadores no entrevistan a cualquiera. Sólo lo hacen a aquéllos que creen que tienen habilidades y experiencia necesarias para ser exitosos en la posición. En consecuencia, durante la entrevista aumenta esta buena imagen que ya tienen de ti”.

Ahora lo que ‘no’

Hasta aquí lo que sí debes hacer en una entrevista. Por supuesto, hay muchos ‘no’. Hay cosas que tu entrevistador apuntará y, si las haces, te pondrá tache. Primero, piensa que lo que vas a sostener es una plática, no te limites a contestar ‘sí’ y ‘no’ sin dar más detalles. Ellos necesitan conocer de tus aptitudes y tus expectativas, así que hazlo de manera natural.

Tampoco utilices “más o menos” para explicar tus habilidades, recomienda la experta de Page Personnel.

Este término es demasiado ambiguo y no dejará en claro cuáles son tus aptitudes. En este sentido, evita también las muletillas como “éste...”.

Quizá el ‘no’ que principalmente debes de evitar es el de hablar mal de tu jefe y de tu ambiente de trabajo.

Según una medición de Page Personnel, 35% lo hace aún sin que el reclutador le pregunte directamente sobre su jefe o su ambiente laboral.

“Esto nos da indicios de que es una persona conflictiva y de que posiblemente en un futuro va a hablar de la empresa en la que está intentando entrar”, señala Fabricia.

Hay otra máxima: ¡no preguntes sobre el sueldo que tendrás! Es un error muy común que cometen los entrevistados y en el que coinciden especialistas se debe de evitar. En alguna parte del proceso ellos te lo dirán y entonces vendrá la oportunidad de platicarlo, pero no lo saques antes. Ellos tienen que ver primero el compromiso e interés que tienes hacia la empresa.

Debes tomar en cuenta que no debes dar excusas por ningún motivo. Lo mejor es reconocer en todas circunstancias la responsabilidad en tus acciones, recomienda Virginia Tech. Si te piden que cuentes un momento difícil en el que tuviste un error, aprender a reconocer los propios. Si siempre fue culpa de tu jefe, colaboradores, clientes y demás terceros, algo estás haciendo mal. Malos momentos todos los tienen y no tiene nada de negativo reconocerlo, siempre de la manera más objetiva y positiva posible.

Otro punto que debes cuidar es el de no tocar temas personales. Es decir, puedes comentar que dejaste un puesto por un problema personal, por ejemplo, pero a tu entrevistador seguramente no le interesa que éste fue el que tu novio o novia te dejó o el que tus padres se divorciaron. Sólo si el reclutador te lo pregunta, ahonda en dicha situación, recomienda Antúnez.

Ten presente la máxima de no mencionar temas de política, religión ni género. En este tipo de pláticas, mencionarlo es garantía de que la reunión no llegue a buen puerto.

Los expertos también coinciden en que no debes de mostrarte arrogante. Es cierto que si estás en esa entrevista es porque seguramente tu perfil le gustó al departamento de recursos humanos, pero no des por sentado que ya tienes el trabajo. “Nada enoja más a los empleadores que alguien irrespetuoso y con exceso de confianza”, sostiene la National Careers Service. Nadie lo sabe todo o ha aprendido de todas las materias, así que mostrarte excesivamente confiado, te restará puntos.

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