Este año, la industria automotriz cerrará con la producción de 3.7 millones de unidades, es decir, un crecimiento de 7% respecto a lo fabricado en 2016, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

En exportación, el año va a cerrar con el envío de 3 millones de unidades, 8% superior a lo exportado en 2016.

“Vamos a cerrar con cifras de producción y exportación récord históricas”, manifestó Eduardo Solís, presidente de AMIA, de manera previa.

Para el próximo año, las previsiones de producción y exportación son positivas, a pesar de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En 2018, AMIA tiene un estimado de producción de 4 millones de unidades y la exportación de 3.2 millones de vehículos.

Eduardo Solís comentó que el buen desempeño de la producción automotriz se debe a que algunas plantas están en pleno crecimiento como la de KIA, Mazda y Audi.

Además, el próximo año entrará en operación la nueva planta de Infiniti y Mercedes Benz; y en 2019 la de BMW.

“Mantenemos nuestro pronóstico de que hacia finales de 2020 podemos alcanzar una cifra de 5 millones de unidades (de producción) con la reservas de que el mercado internacional siga absorbiendo esta producción mexicana”, dijo Solís.

Cualquier variación en los pronósticos de AMIA depende del comportamiento de mercados externos, sobretodo de una recuperación en Estados Unidos (EU), porque más de 80% de la producción automotriz se exporta.

En cuanto a ventas, la previsión de la industria automotriz es cerrar el año con la comercialización de un millón 520 mil unidades.

Aunque en 2018, el mercado puede estabilizarse y alcanzar un crecimiento en ventas de 1% respecto a 2017, un millón 550 mil unidades.

TLCAN sin cambios. En conferencia por el cierre de año, el presidente de AMIA comentó que emprenderá una campaña de concientización para que en materia automotriz, el acuerdo comercial quede en las condiciones actuales y no se mueva la regla de origen.

“Estamos en una fase de educación, en la que buscamos que los tomadores de decisiones en Estados Unidos nos ayuden a persuadir a quienes pugnan por un cambio, un cambio irreal, que a alguien se le ocurrió en el escritorio, sin siquiera ver cómo funciona la industria. En eso estamos”, expuso Solís.

Reiteró que la única propuesta que la industria tiene en la mesa de negociación es no mover la regla de origen y es una propuesta en la que están de acuerdo armadoras de los tres países: Canadá, EU y México.

En la renegociación del TLCAN, Estados Unidos propuso que 50% de los componentes que integran un vehículo sean de fabricadas en su territorio con lo que la regla de origen subiría de 62.5% a 85%.

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