La reforma fiscal de Estados Unidos hace evidente la necesidad de que en México se adecue con urgencia el sistema fiscal en torno a seis puntos entre los que están: deducción total de prestaciones laborales, de las inversiones y de las reservas de pensiones; eliminar los efectos negativos de la retención definitiva del ISR del 10% por dividendos, aseguró el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Gustavo de Hoyos explicó que a pesar de que la reforma tributaria estadounidense se discutió en dicho país desde agosto, en México “nada se hizo oportunamente ni en la Secretaría de Hacienda ni en el Congreso para anticiparse a estas previsibles medidas”, por lo que debiera convocarse a un período extraordinario que lleve a tomar acciones inmediatas.

Agregó que además de incorporar las seis medidas urgentes, que para implementarse solo requieren voluntad política y un decreto presidencial, es necesario hacer un análisis integral de las alternativas que hay para transformar el sistema fiscal mexicano.

Indicó que en México se debe pensar en fortalecer la dinámica de crecimiento, impulsar un repunte de la economía en las regiones rezagadas, elevar la inversión privada, reducir la informalidad y mejor la calidad de vida en el país.

“El gran desafío, independientemente de la reforma fiscal en Estados Unidos, es generar expectativas de que efectivamente vamos a fortalecer el Estado de Derecho, con el fin de garantizar a los inversionistas estabilidad financiera, pertinencia en el gasto público, competitividad fiscal internacional y seguridad jurídica”, dijo el líder del sindicato patronal.

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